Cinco puntos claves que deben tener claras las startups en su primera ronda de inversión

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De acuerdo con Colombia Tech Report las startup en latinoamérica han tenido un crecimiento del 19 % con respecto al 2022.  Sin embargo, el 75 % de ellas fracasan a los dos años de actividad y tan solo un 25 % logran perdurar en el tiempo.  Parte de los fracasos se deben a la falta de un objetivo claro por parte de la startup, lo que muchas veces se ve reflejado en la primera ronda de inversión. 

Por ejemplo, las compañías se centran en realizar una primera ronda de inversión de manera que recojan bastante dinero. Lo cierto es que los objetivos de realizar la primera ronda de inversión no son sólo monetarios, lo más importante es adquirir socios estratégicos que aporten conocimiento y permitan ampliar las redes, es decir capital inteligente.

Así como los inversionistas hacen procesos de análisis para invertir, los emprendedores deberían seleccionar a sus inversores, buscando evaluar al mejor candidato ya que están eligiendo un socio para años de trabajo. “El proceso de emprender no es lineal, es cíclico, no hay una “etapa” que diga en qué momento realizar la primera ronda de inversión. Depende del momento macroeconómico y de cuando se tiene una ventaja clara en el mercado que se pueda capitalizar”, afirma Santiago Rojas Montoya, Director General de Cube Ventures. 

Para que este proceso comercial, que no es una ciencia exacta, sea exitoso, Cube Ventures, firma de venture capital que acelera startups de base tecnológica de América Latina en etapa temprana, entrega algunas recomendaciones claves para potenciar los proyectos y no perderse en el camino:

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  1. Crear un plan antes de empezar. Tener reuniones, adquirir conocimiento y conectarse con cuantas personas sea posible es indispensable para tener herramientas de cómo hacer mejor este proceso.  Se debe definir el cofundador, que es quien se va a enfocar 100 % en levantamiento de capital y crear su propia hoja de ruta. Asimismo, es recomendable preparar cada reunión con anterioridad, la improvisación no es la mejor estrategia.
  2. Mejorar continuamente. Ser humilde y recibir feedback es una gran oportunidad para perfeccionar y hacer ajustes sobre la marcha, logrando que cada reunión sea más efectiva que la anterior.
  3. Pensar en grande. Se debe creer en sí mismo y en su proyecto para que esto se transmita en los demás, eso sí, sin dejar de tener los pies en la tierra. Los inversionistas necesitan ver el potencial de crecimiento del emprendimiento de mínimo 10X en los próximos años, se debe entregar data que respalde la hoja de ruta para lograrlo.
  4. Ser diligente y selectivo. Se debe estar un paso adelante siempre, así que definir el tipo de inversionista que necesita y realizar una previa investigación del mismo permite tener ventajas, adaptando el discurso a sus necesidades. Lo ideal es tener opciones, no solo uno potencial.
  5. Generar una relación personal y cercana. Entender las necesidades del inversor, conectarse con él, construir buenas relaciones es acertado para ambos. Finalmente se convierte en parte del equipo del emprendimiento y es con quien se espera tener una relación duradera, entre 9 a 10 años, interactuando frecuentemente. Debe haber un proceso de alineación para tener las reglas claras.

Imagen: ccfb vía Pixabay

Alejandra Betancourt

Alejandra Betancourt

Dicen que una buena manera de viajar es a través de la lectura, a mí me gusta navegar entre las letras y construir también mis propios trayectos. Me interesa que todos sepamos lo que sucede en el mundo, así que estudié Comunicación Social. Actualmente y con el propósito de escribir mis cuentos y próximas novelas, estudio Creación Literaria.

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