Antes de que nos pelees porque te parece una bobada que te aconsejemos verte de nuevo la primera temporada de ‘Game of Thrones’ para poder disfrutar la última, que se estrena el próximo 14 de abril en HBO, debes saber que no es algo que decimos nosotros, sino la mismísima Arya Stark o, mejor dicho, Maisie Williams, la actriz que interpreta al icónico personaje, uno de los más queridos por los fanáticos.
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En una entrevista con Entertainment Weekly, Williams habló de los seis episodios que componen la octava y última temporada de ‘Game of Thrones’. La actriz de 21 años dijo que, luego de leer los guiones, tuvo que volver a ver la primera temporada porque gran parte de lo que hay en el texto hace referencia al debut de la serie, en 2011. «Hay tantas escenas que se verán similares», aseguró.
Pero dice que también vio los primeros capítulos para recordar los cambios que ya ha tenido. «Quería que Arya hiciera un círculo completo e intentar volver al cierto tipo de normalidad que tenía cuando era más joven. Básicamente este año es como si ella tuviera una doble personalidad», añadió Williams.
Casi nos quedamos sin la Madre de los dragones
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Hablar de la primera temporada y del 2011 recuerda el artículo que escribió Emilia Clarke (Daenerys Targaryen) el pasado jueves para The New Yorker. Allí, la actriz habló de una enfermedad que tuvo ese año, justo después de grabar la primera temporada de la serie.
Clarke cuenta que un día, específicamente el 11 de febrero de 2011, se estaba vistiendo en un gimnasio Crouch End, en el norte de Londres, antes de entrenar, y comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza que la obligó a esforzarse en sus ejercicios. El dolor de cabeza empeoró, tuvo que tomarse un descanso. Entonces, dice que solo recuerda que todo se puso borroso y el sonido de la ambulancia.
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Los médicos y las enfermeras no sabían lo que le pasaba y, por tanto, no la medicaron. Luego de una resonancia magnética descubrieron que tenía un aneurisma o, en otras palabras, una ruptura arterial que causó un accidente cerebrovascular, potencialmente mortal, por la hemorragia.
La operaron de emergencia en el Hospital Nacional de Neurología y Neurociencia, en Londres. Luego de la cirugía, no podía recordar ni siquiera su nombre y decía cosas sin sentido. Al ver que eso podría hacer que carrera y su vida podrían terminar con esa operación, pidió que la dejaran morir.
Luego de recuperarse y volver a trabajar, sufrió un segundo aneurisma que le causó una operación más complicada, con una recuperación más dolorosa. Y sobrevivió, llegó al final de la serie y comprobó que es, como Daenerys, rompedora de cadenas, la que no arde. «Hay algo gratificante, y más allá de la suerte, de llegar al final de ‘Thrones’. Estoy muy feliz de estar aquí para ver el final de esta historia y el comienzo de lo que venga después», concluyó.
La unión hace la fuerza
Volviendo a Williams, en su entrevista también habló de la relación de Arya con su hermana Sansa Stark (Sophie Turner), con quien estará muy unida en la nueva temporada, como ya se había anticipado al final de la séptima.
«No es fácil ver a un personaje que esté del lado de Sansa y no la intente manipular […] la temporada pasada fue muy difícil para Sansa porque Jon [Snow] estaba pensando con su pene y eso hacía que Sansa luciera amargada. Esta temporada verás a Arya haciendo equipo con Sansa y, algunas veces, llamándole la atención a Jon», dijo Williams.
«Se sintió bien y poderoso estar al lado de Sophie. Sophie y yo somos las mejores amigas cuando nos ponemos frente a alguien, por lo que no es necesario actuar», añadió, para explicar lo fácil que fue para ella trabajar en esta temporada junto a Turner e interpretar la unión de las hermanas.
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En la entrevista, Williams explicó que Arya tendrá sus primeras escenas en una batalla importante. «Siento que siempre he sido parte de esta gran serie, pero, en términos de ser parte de los episodios que realmente nos definen, esta es mi primera probada», dijo Williams, que agregó que en esta temporada habrá muchas muertes, aunque no dejó ni una pista de si Arya sobrevivirá.
«La gente no quiere que termine […] no importa cómo lo termines, la gente no quiere que termine. Así que [para ellos] el final no va a estar bien, porque ‘el final’ no es algo bueno. ¿Sabes lo que quiero decir? Pienso que la forma como terminamos es la correcta y creo que es el momento», concluyó. A nosotros no nos queda más que esperar el 14 de abril para saber si realmente fue la forma correcta y quién se queda con el Trono de Hierro.
Imágenes: Imdb.
