Nos guste o no, compartir la contraseña de Netflix pronto será cosa del pasado. La plataforma de streaming ha pasado los últimos años presentando un plan para evitar que sus usuarios utilicen la cuenta desde múltiples hogares. De hecho, el servicio de streaming anunció que pronto iniciará la aplicación de esta política en los Estados Unidos y otros territorios. Y aunque muchos usuarios en redes sociales han amenazado con cancelar su suscripción si ya no pueden compartir su contraseña, Netflix tiene una respuesta: está al tanto y no le preocupa.
Un artículo publicado en Indiewire asegura que la compañía estaba esperando una ‘reacción de cancelación’ en cada mercado en el que ha activado su nueva política de contraseñas. Sin embargo, de acuerdo con Netflix, con el paso del tiempo estos hogares que estaban compartiendo contraseña comenzaron a activar cuentas nuevas o agregar nuevos miembros. La compañía pone como ejemplo a Canadá donde, de acuerdo con el servicio de streaming, el número de usuarios pagos hoy es mayor que antes de que implementaran su nueva política.
La decisión de Netflix de instaurar mecanismos para evitar que sus usuarios compartan contraseñas ha sido uno de los movimientos más polémicos en la historia del servicio. Hasta hace pocos años la plataforma era un aliado silencioso de las familias que utilizaban una cuenta para múltiples hogares. Tiene sentido, pues fue esta dinámica la que ayudó en primer lugar a popularizar el servicio frente a la TV por cable e incluso tenemos recordatorios en Internet de los días en los que Netflix no parecía molesto por tener personas que compartían su contraseña.
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Sin embargo, también parece que aplicar estas políticas es la única manera en la que Netflix conseguirá mantener un flujo de nuevas cuentas y usuarios. En años recientes el servicio de streaming ha tenido problemas para incrementar el número de suscriptores.
De acuerdo con cifras compartidas por el servicio de streaming más de 100 millones de hogares que están utilizando el servicio no lo están pagando. Esto es gracias a la práctica común que tienen muchas familias de compartir el servicio con familiares o amigos cercanos.
También cabe ver qué tan popular es el ajuste en regiones como Latinoamérica, que no solo tienen menos poder adquisitivo, sino que además cuentan con una mayor cultura de piratería. Un ejemplo fue cuando Netflix decidió probar su nuevo sistema en Argentina y los usuarios en el país respondieron al servicio con la campaña #ChauNetflix. La frase se convirtió en la bandera de revolución contra el servicio: si hay pagar por compartir, entonces lo mejor es simplemente dejar de pagar.
Imágenes: Foto de freestocks.org
