¿Es el iPad más costoso el mejor para usted?

No siempre el tablet de Apple más completo es la mejor alternativa. Hay 2 grupos que se diferencian por la posibilidad que tiene uno de ellos de navegar por Internet a través de redes 3G. Además, en cada clasificación hay 3 modelos según su capacidad de almacenamiento.

Las siguientes recomendaciones para comprar un iPad, aunque a muchos versados en la materia les pueden resultar obvias, salen de varias consultas de personas que todavía no saben cuál versión de este computador tablet escoger.

El dispositivo cuenta con 6 ‘sabores’ disponibles, que se clasifican en 2 grupos según una característica importante: la capacidad que tiene uno de ellos (iPad con Wi-Fi + 3G) de navegación por Internet a través de redes 3G (todos los modelos poseen conexión inalámbrica a Internet vía redes Wi-Fi). Dichas versiones del iPad, al igual que los teléfonos inteligentes, cuentan con una ranura para insertar una tarjeta SIM, que en este caso es más pequeña que la que se utiliza en los celulares comunes y se denomina micro SIM. El tamaño de esta tarjeta (casi la mitad de las tradicionales) no permite que usted pueda usar en el iPad la SIM que emplean otros teléfonos, salvo que tenga un iPhone 4, el cual opera también con micro SIM.

El uso de una micro SIM en el iPad implica adquirir un plan de datos con un operador de telefonía móvil; en la actualidad, Tigo, Comcel y Movistar ofrecen esta tarjeta y planes de datos para el dispositivo de Apple (aunque no venden directamente el iPad). Se destaca la oferta de Comcel, que permite adquirir la tarjeta en prepago con planes que van desde 24.900 pesos por una capacidad de navegación de 500 MB; el plan básico en pospago de Movistar, por los mismos 500 MB, cuesta 23.900 pesos.

Que el iPad navegue a través de redes 3G implica para sus usuarios que éstos podrán acceder a la Red desde cualquier lugar de Colombia en el que los operadores móviles tengan cobertura de Internet sin estar supeditados a las conexiones inalámbricas Wi-Fi. Pero esto no indica que la tecnología sea aconsejable para todas las personas.

Si usted es un viajero frecuente, que tiene muchos tiempos muertos en el aeropuerto o en desplazamientos en carro en ciudades distintas a la suya, la versión de iPad con Wi-Fi y 3G puede ser para usted. También si elige el dispositivo para navegar desde un sitio alejado de la ciudad y que sólo recibe señal celular, como fincas o espacios específicos en clubes campestres.

Pero si el uso que le va a dar al aparato es sólo en la casa, la oficina o la universidad (lugares que por lo general cuentan con conexión inalámbrica a la Red), ahórrese la plata del 3G y adquiera sólo la versión Wi-Fi. Así mismo, esto aplica para los que quieren conexión en cualquier lugar, pero se mueven en transporte público o en zonas de alta afluencia de público y, por ende, con cierto riesgo en seguridad. Definitivamente, usarlo mientras da un paseo a pie por la carrera décima en Bogotá o toma el sol en el parque Botero en Medellín pueden poner al ‘juguete’ y a usted en riesgo. ¿Decisión? Ahorre plata y elija sólo con Wi-Fi.

Además, los estudiantes o personas de presupuesto reducido deben considerar el plan de datos, que si bien tiene paquetes de bajo costo, son un valor que hay que agregar mensualmente para poder aprovechar la tecnología 3G en el iPad.

Una vez decidido el tema de la conexión, es preciso saber que cada categoría cuenta con 3 capacidades de almacenamiento: 16, 32 y 64 gigabytes (GB), con diferencias en precio entre cada una de 100 dólares (unos 180 mil pesos). La capacidad implica qué tanta información será posible guardar en el aparato; aquí se cuentan canciones, videos y películas entre los contenidos que mayor espacio ocupan.

Las aplicaciones no se caracterizan por usar mucho espacio del dispositivo aunque, por ejemplo, en el caso de las de algunas revistas, el contenido asociado que se descarga sí puede llegar a colmar la capacidad del iPad (una edición de la revista Wired es posible que sobrepase los 400 MB). En este escenario no se tienen en cuenta las fotografías, en vista de que, por más resolución que tengan, no suman tanto espacio: el tamaño promedio de una foto tomada con una cámara de 10 megapíxeles es de 1 MB, por lo que en 1 GB caben 1.000 fotos.

¿Por qué elegir uno de determinada capacidad? Según el uso que se le vaya a dar. Hay personas que sólo emplean el iPad para navegar por la Red y descargar ciertas aplicaciones de la App Store, de Apple. Su fascinación por el dispositivo se queda en la experiencia a la hora de consultar información y contenidos que están en Internet. En este caso, la versión de 16 GB es perfecta, pues difícilmente copará la capacidad al realizar estas tareas.

El asunto se complica cuando se desea llevar toda la colección de música al iPad o tener videos y películas. Se calcula que el peso promedio de una canción es de 4 MB, por lo que es preciso hacer la cuenta: en un iPad de 16 GB, si sólo se guardaran canciones, cabrían unas 3.750 melodías (reservando un espacio para las aplicaciones). En el caso de los videos y películas, se considera que en el formato MP4, dependiendo de la calidad y la duración de la película, un archivo puede estar entre 400 MB y 1,2 GB, en promedio 700 MB. Esto implica que en un iPad de 16 GB cabrían cerca de 21 películas.

Al hacer las combinaciones entre música, películas y aplicaciones, las proporciones almacenadas varían. Para ello, es preciso que usted piense si tendrá allí tantos contenidos multimedia o incluso si está en disposición de rotarlos con los que guarda en su computador para que la información siempre sea diferente.

Iván Luzardo

Iván Luzardo

Hoy estoy convencido de que hubiera sido un excelente administrador de empresas. Pero soy periodista, no uso corbata, los números me cuestan y soy verdaderamente feliz con lo que hago: hablar, escribir, tocar, sentir y vivir de la tecnología. La misma que alguna vez, hace ya varios años, me encontró -sin yo buscarla- y se quedó conmigo.
Con el tiempo, el tema se convirtió en mi pasión. Pienso que la tecnología es una de las mejores herramientas para ver cómo evoluciona el mundo y estoy seguro de que con ella y con educación podremos cambiar el planeta, la mentalidad de la gente, el futuro.
Soy comunicador social y periodista de la Universidad de La Sabana con una especialización en economía de la Universidad de Los Andes.

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