Twitter anunció que, en la noche del jueves 2 de junio, finalizó el plazo que tenían la empresa y Elon Musk de presentar un informe ante la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia en donde se advierte la intención de compra de la compañía por parte del empresario.
La notificación, contemplada bajo una ley promulgada en 1976 llamada Hart-Scott-Rodino, permite a ambos entes reguladores revisar que la transacción por $44 mil millones que se planea realizar por Twitter sí cumpla con todos los requisitos previstos por las leyes antimonopolio vigentes en Estados Unidos.
Esta condición, obligatoria para que el acuerdo pueda seguir su término, culmina en un momento de tensión entre la plataforma y Musk. A mediados de mayo del 2022, el empresario había asegurado que la compra de Twitter estaba «temporalmente en suspenso» por cuenta del supuesto desconocimiento que tiene la red social respecto a la proporción de cuentas falsas en su plataforma.
Sin embargo, Vijaya Gadde, la abogada principal de Twitter y jefa de políticas de la empresa desmintió esa posibilidad, asegurando que el acuerdo avanza según lo planeado y que, además, no se renegociará el precio acordado de US$ 54.20 por acción, pese a que actualmente se encuentren en US$ 40.62.
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De acuerdo a Bloomberg en Línea, para que la compra de Twitter se cierre definitivamente, aún falta que los accionistas de la empresa le den luz verde al acuerdo y a las disposiciones regulatorias que resulten luego de dicha revisión.
Por su parte, Musk ha asegurado la financiación del acuerdo, que incluye US$ 33.500 millones a través de financiación de capital y otros US$ 13.000 millones a través de préstamos adquiridos.
Según algunos medios financieros, la caída en el valor de las acciones responde a la posibilidad de que Musk pueda desistir por completo de la adquisición y a los cuestionamientos que le ha hecho el empresario al CEO de Twitter, cuando publicó el porcentaje oficial de las cuentas de bots de spam dentro de la red social.
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