Quién debe cambiarse ya a Windows 10 (y quién debería esperar)

Windows 10 está en la puerta del horno. La versión final comenzará a llegar a los usuarios este miércoles; con lo que culmina un proceso de casi un año de desarrollo, pruebas y ajustes por parte de Microsoft. Por eso, la pregunta que muchos usuarios se hacen hoy es si tiene sentido cambiarse de sistema operativo.

La respuesta es que sí: en algún punto, todos los usuarios de Windows deberían dar el paso a Windows 10.

Hay tres grandes razones para ello. La primera es que los demás sistemas operativos perderán soporte con el tiempo, mientras que el plan de Microsoft es actualizar constantemente esta versión de Windows. Las actualizaciones son una de las mejores garantías de seguridad que pueden tener los usuarios, por lo que es importante contar con ellas. La segunda es que, al menos hasta el 28 de julio de 2016, es gratis para todos los que tengan una licencia de Windows 7 y Windows 8.1. Y la tercera es porque es una versión de Windows realmente buena (estamos preparando una evaluación en la que les contaremos por qué).

Todos los usuarios de Windows deberían dar el paso a Windows 10

¿Pero hay que hacerlo ya? Esa es otra pregunta. Eso depende del uso que le des a tu PC, de la máquina que tengas o, incluso, de qué tan metido estés en el ecosistema de Microsoft. Por eso, hemos preparado esta pequeña guía: hay algunos usuarios que le van a sacar el máximo provecho a sus actualizaciones, mientras que a otros probablemente les convenga más esperar.

Quién debería cambiarse ya

-Quien use su PC para trabajar muchas horas seguidas: Las mejoras en estabilidad y rendimiento de Windows 10 lo convierten en el sistema operativo más productivo y ágil que ha lanzado Microsoft. Hasta donde lo hemos podido probar, la forma en la que organiza la interfaz y se ejecutan las apps es ágil y muy estable. Por eso, si en tu trabajo usas los programas más populares –como Office, un navegador web o Evernote: es decir, aquellos cuya compatibilidad con el nuevo sistema operativo está garantizada– y quieres rendir más, deberías pasarte pronto. Las mejoras de este sistema operativo te facilitarán mucho la vida.

-Quien tenga un Xbox One o un teléfono o tableta Windows: Otro de los grandes objetivos de Windows 10 –además de arreglar el desastre de Windows 8– es permitir una interacción fluida entre las diferentes pantallas y servicios que ofrece Microsoft. Por eso, si tienes otro producto Windows, como una tableta o un teléfono, deberías dar el salto pronto, pues así tus equipos trabajarán mejor juntos y podrás hacer más cosas con ellos.

Si tienes un Xbox One, seguro estás ansioso de probar la herramienta de streaming. Y si esa razón no es suficiente para que estés en los primeros de la fila para bajar el sistema operativo, la integración del sistema operativo con tu cuenta de Xbox Live es más poderosa que nunca, y te permitirá compartir videos de tus mejores jugadas con tus amigos o ver cómo les está yendo en sus juegos.

-Los fans de Windows: La verdad, si aun no estás en el programa Insider, quizá deberías dejar de creer que eres fan de Windows. Pero si eso llegara a pasar –o si tienes como política de vida no usar versiones beta–, la mejor forma de estar al día con la oferta de Microsoft es descargando Windows 10 tan pronto puedas.

Quién debería esperar un poco

-Los gamers con PC hechos a la medida: Algunas tarjetas gráficas de Nvidia presentaron algunos problemas con sus drivers en Windows 10, según reporta Forbes. Y es posible que los controladores de otro hardware específico, como tarjetas de sonido, timones o pantallas, no sean completamente compatibles al comienzo con el nuevo sistema operativo. Así que si tienes un equipo gamer con hardware dedicado, deberías esperar un poco a que el fabricante de tus piezas confirme que se van a entender bien con Windows 10, y eso podría tomar un poco de tiempo. Quizá no pase nada cuando te actualices y puedas seguir jugando como siempre, pero siempre hay un riesgo de que no sea así.

-Quien dependa de apps hechas a la medida: Es un caso parecido al anterior. Si tu trabajo depende de aplicaciones específicas, hechas específicamente para la empresa en la que trabajas o para el oficio que ejerces, lo más sensato es esperar a que el creador del software garantice que es compatible con Windows 10. Puedes correr el modo de compatibilidad para estar seguro (una herramienta de Windows que permite ejecutar apps hechas para versiones anteriores del sistema operativo), pero si el uso principal que le das a tu máquina es ese, es mejor que no te actualices todavía.

Si usas un PC de una gran empresa, lo más probable es que el administrador de TI sea el que decida cuándo y si te actualizas. De todos modos, es seguro que no será esta semana: el lanzamiento de la versión empresarial de Windows 10 vendrá más tarde.

-Si tienes un PC muy (muy) viejo: Microsoft dice que cualquier PC que pueda correr Windows 7 no tiene problema con Windows 10. Es decir: si tienes un procesador con 1 GHz de velocidad, 1 GB de RAM y pantalla de 1024 por 768 píxeles, estás ‘del otro lado’. Pero si tu equipo no llega a esas especificaciones, o aun si apenas cumple con esos requisitos, es mejor que no intentes actualizarte. Tu equipo podría no funcionar como antes, y si dependes de él, ese sería un grave problema.

Además, Microsoft informa que, si usas la unidad de DVD para ver películas, o si aun tienes una unidad de discos conectada a un puerto USB, deberás conseguir controladores adicionales: ya no estarán incluidos en Windows 10.

Imágenes: Anton Whatman (vía Shutterstock), ENTER.CO.