¡Alerta de clickbait! La tarántula que ataca y se come una zarigüeya

Cuando leí el titular ‘Captan por primera vez a una descomunal tarántula atacando y devorando a un opósum’ me dije: ¡Quiero ver eso! ¡Hay que compartirlo con los lectores de ENTER.CO!

Bueno, tal vez me dejé llevar por esa pasión de niño que me impedía separar los ojos del televisor cuando pasaban documentales en los que una araña gigante o una culebra se comían un sapo. En esa época era capaz de coger lombrices para verlas moverse a pesar de haberlas cortado por la mitad, de torturar cucarrones arrancándoles las patas, o de atrapar moscas para estrellarlas contra los vidrios (sí, era un caso severo de sado-masoquismo infantil).

Al entrar a la nota, me fui directamente al video. Son 2:02 minutos en los que los miembros de un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan hablan sobre un recorrido realizado por la selva amazónica peruana. En él hablan sobre biodiversidad y sobre algunos ataques de depredadores que presenciaron durante su trabajo de campo.

¡Pero yo quería ver la imágenes de la descomunal tarántula atacando y devorando un opósum! (Por las fotos, parece que opósum es el nombre que le dan a la zarigüeya en alguna otra parte del mundo). Al final, las imágenes solamente se llevan 12 segundos del video. En ellas no se ve el ataque ni que la tarántula devore al mamífero. Solamente lo arrastra por debajo de su cuerpo, seguramente con destino a su escondite. Clickbait.

¡Claro, debe ser un animal descomunal para arrastrar un mamífero que crece hasta los 55 centímetros (según encontré en varios sitios web) que acaba de matar! Los investigadores de Michigan dicen que tenía el tamaño de un plato (de seco) grande. Juzguen ustedes:

Clickbait: todos somos víctimas (y victimarios)

En el canal de la Universidad de Michigan, el video se titula ‘Arañas del Amazonas’. Parece que no tienen la intención de ganar audiencias con un titular escandaloso que no cumple mucho de lo que promete; de pronto tampoco tienen mucho tráfico. Ellos no necesitan al clickbait.

Yo salí un poco decepcionado de la experiencia. Aunque debo confesar que luego de ver –y oír– en vivo cómo una serpiente se comía un sapo, durante un paseo en El Boquerón, me he vuelto un poco más sensible frente a las escenas de depredadores en el mundo natural. Ahora, escasamente soporto un sapo o un camaleón estirando la lengua para comerse una cucaracha o una mantis religiosa. Y como no es el objetivo central de este texto, pues me voy a reservar los comentarios sobre el salvajismo de las corridas de toros… ejem.

Pero, independientemente de la impresión que pudiera causarme la escena, puedo decir que está a la altura de la decepción que me causó ver 12 segundos de una araña arrastrando una zarigüeya, tras recibir la promesa de «una descomunal tarántula atacando y devorando a un opósum».

Que el que no se haya sentido tentado a usar el clickbait para atraer audiencias lance la primera piedra… Pero, así como sucede cuando Gatúbela deja hablando solo a Batman en ‘El caballero de la noche asciende’, debo decirlo: Entonces así se siente…

Imágenes: Captura de pantalla.

Jaime Dueñas

Jaime Dueñas

Nací. He crecido durante más de cuatro décadas. No me he reproducido. Soy periodista de profesión, músico por vocación y futbolista frustrado. Me encanta la tecnología, que en Enter.co tengo la oportunidad de mezclar con el periodismo y en mi vida cotidiana, con la música.

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