En el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, líderes de empresas y gigantes tecnológicos firmaron un acuerdo con el que pretenden contrarrestar el uso engañoso de la Inteligencia Artificial (IA) en las elecciones que se llevarán a cabo a lo largo del 2024 en más de 40 países.
Amazon, Meta, Nokia, Google, LinkedIn, Snapchat, Adobe, IBM, McAfee, TikTok y OpenAI son algunas de las 20 compañías del sector tecnológico que suscribieron el ‘Acuerdo electoral de AI’, con el que se implementará medidas cruciales para proteger la integridad de los procesos electorales.
El documento abarca audio, vídeo e imágenes generadas por IA que de manera convincente falsifican la apariencia, voz o acciones de candidatos políticos, funcionarios electorales y otros actores clave, así como proporcionar información falsa a los votantes sobre cuándo, dónde y cómo votar legalmente.
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El acuerdo señala cómo las empresas tecnológicas gestionarán los riesgos asociados con este tipo de contenido generado a través de sus plataformas de acceso público o modelos fundamentales abiertos.
Además se enfocará en la necesidad de abordar los riesgos específicos de la creación y distribución de contenidos engañosos, sin embargo, los modelos destinados a fines de investigación o comerciales no están cubiertos por este acuerdo.
El texto explica la importancia de la transparencia y el respeto por los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y privacidad, al tiempo que enfatiza la responsabilidad compartida de proteger la integridad electoral como un bien común que trasciende fronteras y afiliaciones políticas.
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Además, el acuerdo destaca el papel clave de la IA para contrarrestar la amenaza, facilitando la detección rápida de campañas engañosas, operando en múltiples idiomas y permitiendo la escalabilidad de las defensas. Los beneficios propuestos incluyen una reducción significativa en el costo de la defensa, permitiendo a instituciones más pequeñas implementar protecciones más robustas.
Los firmantes del acuerdo se comprometen a una serie de acciones específicas, desde el desarrollo de tecnologías innovadoras hasta la educación pública sobre prácticas de alfabetización mediática. Este acuerdo, basado en siete objetivos clave, marca un hito en la colaboración internacional para enfrentar los desafíos emergentes y proteger la democracia en el entorno tecnológico actual.
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