Evaluación: ‘Spelunky 2’

Entre los juegos lanzados en 2020 para la PS4, puede que ‘Spelunky 2’ pase por  bajo del radar de muchos. Una injusticia, considerando que puede ser uno de los mejores del año. La primera aclaración, para aquellos que se encuentren prevenidos con el hecho de ver un ‘2’ en su título es que no se trata de una secuela que requiera de algún tipo de contexto (aunque, sin duda, aquellos que hayan disfrutado con anterioridad del primer juego llegarán con algunas ventajas). Después de que tu padre desapareciera en una de sus incursiones a lo profundo de un calabozo, es tu misión el encontrarlo y, de ser posible, rescatarlo.

‘Spelunky 2’ es un título Platformer particular. Primero, porque se trata de un juego con un nivel de dificultad alto. Cada nivel es reseteado con cada muerte, por lo que la memoria no es una amiga muy útil. Y cuando mueres, mueres perdiendo todo el progreso y objetos obtenidos. Y morir en ‘Spelunky 2’ es muy fácil y frecuente. Tampoco funciona el avanzar de manera lenta, pues después de tres minutos en un mismo nivel un fantasma imposible de eliminar aparecerá para asegurarse de que salgas de ahí o mueras en el intento.

¿Cuál es el atractivo de ‘Spelunky 2’ entonces? Para aquellos que jugaron el primero, es una versión que mejora pequeños elementos del juego. Si eres de los que se quieren aventurar por primera vez en sus mazmorras, también hay incentivo en los retos que ofrece. Pero creo, de manera honesta, que su mayor mérito es se increíblemente adictivo. Incluso mientras escribo esta reseña no puedo dejar de pensar en que preferiría estar frente a la consola, haciendo otro intento más por llegar a lo más profundo, descubrir nuevos secretos y trasnochar, prometiendo que será la última muerte antes de dormir.

Un platformer diferente

Spelunky 2

‘Spelunky 2’ es un juego que propone retos únicos. Como ya mencionamos, su principal atractivo para muchos reside en la dificultad que ofrece. Es un título en el que no hay espacio para el error, en donde la memoria tiene un uso limitado, en el que la habilidad de improvisación está por encima de cualquier otra cualidad para la supervivencia. Es una mezcla extraña de un título que a momentos pareciera pedirte ir en dos direcciones diferentes, pero que de alguna manera extraña consigue conciliar está idea.

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Por ejemplo, ‘Spelunky 2’ te pide que navegues tus niveles en menos de tres minutos, pero al mismo tiempo, ir a la ciega sin analizar las trampas y enemigos ocultos es mortal. El juego castiga los errores con la muerte de tu personaje, pero al mismo tiempo te exige que experimentes con cada uno de los enemigos y trampas para poder detectar cómo seguir avanzando. ‘Spelunky 2’ es este tipo de jugo. Uno que consigue combinar la frustración de morir una y otra vez con el placer de descubrir los secretos y mejorar con cada partida. De experimentar qué ocurre con cada uno de los elementos.

Los pequeños placeres de ‘Spelunky 2’

Quizás uno de los elementos más interesantes de este juego, como una segunda parte, está en el placer de seguir descubriendo nuevos elementos en el juego con cada partida. En caso de que quieras disfrutar de una experiencia ‘a ciegas’ de Spelunky, sugerimos que pares de leer en este momento.

Son las pequeñas cosas que le dan sazón a cada nueva partida de exploración. Por ejemplo, descubrir que ahora existen monturas (pavos y perros) que te entregan un salto extra, ataques a distancia o incluso un sacrificio al mejor estilo de Yoshi para evitar la muerte. O, por ejemplo, por accidente mandar a uno de los enemigos a donde el vendedor, verlo morir y descubrir que ahora puedes ‘guiar’ este tipo de elementos a él y ‘robar’ el contenido de su tienda sin ganarte el odio de todo el gremio de vendedores. Cuando  descubres que ahora los mapas se bifurcan después del primero o que puedes utilizar bombas para llegar a un nivel secreto que te permite luchar con el mismísimo Drácula.

Son estos momentos los que hacen de ‘Spelunky 2’ un juego tan divertido. Incluso si no llegas muy lejos (y créanme, son pocas las veces que lograrán llegar lejos) la experiencia de descubrir un nivel, una capa a la vez, de encontrar los niveles secretos, de descubrir esos pequeños cambios entre las versiones… este es uno de esos títulos extraños en los que perder no duele. En los que morir puede ser tan divertido y vergonzoso como educativo.

Tampoco podemos olvidar que soluciona una de las fallas que tenía el primer juego: ahora soporta de manera nativa el modo de multijugador en línea. Una adición que resulta más que agradable, pues aunque pedir la colaboración de dos amigos nunca está de más, lo cierto es que el caos en grupo puede resultar ser un peligro mayor que todos los ocultos en el este mundo gracias a la existencia de fuego amigo.

Calificación: 4/5

 

‘Spelunky 2’ es uno de esos títulos que demuestra que es posible mejorar lo que parece inmejorable. La segunda parte no solo mantiene las mejores cualidades del primer juego (su nivel de dificultad, la manera en la que se siente, la necesidad de aprender a improvisar y reconocer sus peligros), sino que aplica mejoras a la formula. La adición de multijugador nativo aumenta si atractivo, pero más importante es el hecho de que incluso después de horas y horas explorando este juego todavía siento que con cada nueva aventura aprendo una nueva manera de interactuar con su mundo, un nuevo secreto escondido detrás de una bomba, una nueva interacción que me permite sobrevivir, un nuevo enemigo con el que lidiar.

‘Spelunky 2’ se siente temáticamente perfecto. Porque es el mismo juego de siempre, completamente nuevo. Un laberinto que vale la pena explorar una y otra vez.

Jeffrey Ramos González

Jeffrey Ramos González

Mi papá quería que fuera abogado o futbolista. Pero en vez de estudiar o salir a la cancha, me quedé en la casa viendo 'Dragon Ball Z', jugando 'Crash Bandicoot' y leyendo 'Harry Potter'. Así que ahora que toca ganarse la 'papita' me dedico a escribir de lo que sé y me gusta. Soy periodista graduado de la Javeriana, escritor de ficción. He publicado en El Tiempo, Mallpocket, entre otras revistas.

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