Estación Espacial Internacional, salvada por un cepillo de dientes

Esta fue la herramienta improvisada con un cepillo de dientes y cinta para solucionar una falla en la estación espacial de la NASA (Imagen: NASA)
Como en un capítulo de Los Simpsons, un astronauta de la estación espacial de la NASA salvó el día usando un cepillo de dientes.
Esta fue la herramienta improvisada con un cepillo de dientes y cinta para solucionar una falla en la estación espacial de la NASA (Imagen: NASA)

Hace ya unos años, en un adorable capítulo de Los Simpson, Homero salvaba una tripulación espacial de la que él formaba parte con una barra de carbono. El protagonista de la serie se lamentaba luego de que toda la fama se la llevara la barra (que incluso llegó a ser portada de la revista Time), en lugar de él. 

De la misma manera, el jueves pasado se reportó que, con un cepillo de dientes, uno de los astronautas en la Estación Espacial reparó un daño grave en ella. Parece que la falla consistía en que uno de los pernos de la unidad encargada de transmitir energía almacenada en los páneles solares al resto de la estación estaba atascado. Aunque no sabemos mucho de este tema, creemos que esta falencia es bastante grave. Sin esta unidad, la estación perdería una octava parte de la energía total.

Ya se habían hecho varios intentos para reparar estos daños en la estación, incluyendo una maratónica caminata en el espacio alrededor de la misma. Resulta que lo único que hacía falta era un cepillo de dientes y cinta para improvisar una herramienta que serviría para desatascar el perno.

Según reportan al centro de operaciones en Houston, los astronautas se sintieron como en el pasado por un tiempo. Una vez lograron solucionar el inconveniente, la celebración no se hizo esperar tanto en la NASA como en la Estación.

Nicolás Rueda

Nicolás Rueda

Soy un desparchado. Amo los videojuegos, la filosofía, la música y la poesía. Estoy obsesionado con las personas que se pegan a las pantallas y me gusta ver a la gente montar en bicicleta cuando voy en bus. Mi educación desde niño hasta lo que soy hoy, se resume a un supernintendo y a intentar vivir cada día como si fuera un juego. Por eso estoy acá, en ENTER.CO, donde colisionan, inevitablemente, todas mis pasiones: La vida y la tecnología como una sola cosa.

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