Al cierre de la sesión del pasado 6 de julio, la acción de la ETB registró un precio de 1.025 pesos, es decir, un descenso del 2,84 por ciento respecto al viernes pasado y del 11,2 por ciento con relación al valor observado al comienzo de este año.
Este comportamiento del título refleja la incertidumbre por la prórroga decidida en la noche del pasado viernes.
Ante la suspicacia de inversionistas de la bolsa que comentan la posibilidad de que no hayan multinacionales interesadas en el proceso, fuentes cercanas a la ETB advierten que justamente son los propios proponentes los que solicitaron la prórroga con el fin de obtener las autorizaciones corporativas necesarias para participar en la subasta.
«Ese tiempo se concedió fundamentalmente pensando que, en beneficio del proceso, es mejor que haya una puja a que no la haya», señalaron.
Santiago Melo, analista de la firma comisionista Alianza Valores, no dudó en señalar que con la decisión adoptada por la ETB el proceso de capitalización pierde interés para los inversionistas, pero también confianza y seriedad.
Para Melo, el escenario es más complicado si se tiene en cuenta que hoy no hay claridad sobre los posibles interesados en la empresa.
Por su parte, Mauricio Restrepo, de la firma Bolsa y Renta, señaló ayer que el aplazamiento anunciado por la ETB hace que muchos inversionistas vean más lejos la posibilidad de que este negocio se cierre de manera exitosa.
De acuerdo con el nuevo cronograma, la subasta del 38 por ciento de la ETB ya no se realizará el próximo 26 de julio, sino el 15 de septiembre.
Se espera que esta semana la Superintendencia de Industria entregue los resultados del estudio de mercados que hizo y que le darían viabilidad a una integración de la ETB con Telefónica.
REDACCIÓN TECNOLOGÍA
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