Durante décadas, la voz de Rafael Pardo fue parte del paisaje político y mediático en Colombia. Ministro de Defensa y de Trabajo, jefe de debates, senador, excandidato a la Alcaldía de Bogotá y primer Alto Consejero para la Paz en los años noventa, Pardo ocupó un lugar destacado en la historia reciente del país. Sin embargo, un accidente cerebrovascular lo obligó a retirarse del ojo público y, por un tiempo, incluso a guardar silencio.
Tras tres años fuera del escenario, Pardo reapareció públicamente con el lanzamiento de su podcast La Voz de Pardo, un proyecto que no solo marca su regreso, sino que también refleja cómo la inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta clave para la recuperación comunicativa de personas que han perdido habilidades del habla.
“Muchos se preguntarán si me morí o me desaparecí, pero nada de eso pasó. Por un accidente cerebrovascular prácticamente perdí el habla. Pero no mi voz, que es recreada por la inteligencia artificial”, dice Pardo al inicio del primer episodio del podcast.
Una transformación guiada por la tecnología
La historia clínica de Pardo es compleja. Años antes del accidente cerebrovascular, había enfrentado una cirugía mayor por una disección de la aorta ascendente, una condición potencialmente mortal que afectó las arterias coronarias y las que llevan sangre al cerebro. Posteriormente, la prótesis que le fue implantada tuvo que ser reemplazada en Houston. Fue un proceso médico de alto riesgo, que incluyó múltiples cirugías y un largo periodo de recuperación física y emocional.
El episodio vascular no solo deterioró su salud general, sino que le afectó directamente el habla. Aunque su pensamiento seguía claro, no podía comunicarse con la fluidez que lo había caracterizado. Durante este periodo, se dedicó a escribir. Publicó tres libros en tres años y trabajó en otros proyectos, pero siempre con la idea latente de volver a expresarse oralmente.
La solución vino de la mano de la inteligencia artificial. Para reconstruir su voz, el equipo de producción del podcast recopiló grabaciones antiguas; discursos, entrevistas y archivos personales. Con ese material, un modelo de IA fue entrenado para imitar su tono, ritmo y entonación con notable fidelidad. “Así era él, esa es su voz”, reseño Red Más Noticias durante el estreno del programa.
La Voz de Pardo
El podcast La Voz de Pardo no es solo un experimento tecnológico. Es también una forma de memoria personal y política. En diez capítulos, Pardo recorre pasajes de su vida pública, sus reflexiones sobre el país y anécdotas personales. Como explicaron quienes colaboraron en el proyecto, la idea fue construir una narrativa que también sirviera de legado para su familia, especialmente para sus nietas.
La inteligencia artificial, en este caso, no fue una herramienta de reemplazo, sino de continuidad. Le permitió a Pardo recuperar su voz pública sin violar su autenticidad. A pesar de las limitaciones físicas, la tecnología le dio un nuevo canal para compartir ideas y seguir en el debate público.
Esta experiencia abre un debate más amplio sobre el uso de tecnologías emergentes en la salud y la comunicación. Si bien la inteligencia artificial genera dudas éticas y técnicas en muchos frentes, el caso de Rafael Pardo muestra su potencial positivo cuando se utiliza con cuidado y propósito. El modelo de voz sintética, en este contexto, no suplantó a la persona, sino que la amplificó.
Te puede interesar: ¿Para qué quiere Colombia una ley nuclear? Esto es lo que propone el proyecto aprobado en Comisión
La historia de Pardo también pone de relieve la importancia del entorno familiar en los procesos de recuperación. Su esposa Diana Calderón y sus hijas fueron clave en su rehabilitación. Viajaron con él, lo acompañaron en terapias diarias, y lo apoyaron en la producción del podcast. El afecto fue tan determinante como la tecnología.
Aunque la IA ha sido criticada por su posible impacto en empleos o por su mal uso en la creación de contenido falso, el testimonio de Rafael Pardo nos recuerda que también puede ser una aliada para quienes enfrentan retos físicos severos. En su caso, permitió algo que parecía perdido: volver a comunicarse con el país, recuperar su papel como analista, y compartir su experiencia de vida.
Ver esta publicación en Instagram
