Es innegable, la noticia de la muerte de Keith Flint fue un baldado de agua fría para muchos. Ese fallecimiento supuso perder a un talentoso músico, pero también significó que no veríamos por primera vez en Colombia a The Prodigy. Para la gran mayoría de personas que compraron la boleta, ese hecho le hacía gran parte del sabor al festival.
Los organizadores, más allá del duelo por la muerte de Flint, se apuraron a anunciar que buscarían un reemplazo para la banda. Entonces, surgieron varias dudas: a un mes y medio del inicio del festival ¿podrían conseguir a alguien de la calidad suficiente para reemplazar a The Prodigy? ¿Qué artista tiene el peso para llenar ese espacio, sin perder el sazón que se creía perdido? No parecía algo posible, pero lo lograron y con creces.
En el FEP deben tener la lámpara maravillosa
Bueno, este lunes el Estéreo Picnic nos levantó con el pie derecho y con la buena noticia de que encontraron ese reemplazo de altura, una leyenda de la música electrónica y del arte visual, con un peso histórico y artístico similar o superior al de The Prodigy (o sea, un golazo por donde se le mire): Underworld.
Creada en 1980 y con casi 40 años de experiencia, la banda británica es una de las más populares y reconocidas de la electrónica, especialmente por ‘Born Slippy’, la canción más recordada de la banda sonora de la película de culto ‘Trainspotting’.
No será lo mismo, lo sabemos. The Prodigy es potente y brutal, un punto medio entre el drum and bass y el rock industrial. Underworld, por su parte, tiene un sonido más techno, lleno de sintetizadores y con una maravillosa voz, que nos llena de nostalgia porque parece traer de vuelta a los 90, momento en el que las dos bandas tuvieron mayor auge.
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Pero que no sea lo mismo no significa que sea menos. Ambas bandas tienen el mismo peso, la misma calidad y prometen la misma fiesta por todo lo alto. The Prodigy hará falta y los fans seguirán llorando por no poder ver a su banda favorita en vivo, como llora el mundo de la música por la muerte de Flint, pero seguramente Underworld le rinda el homenaje que merece, mientras los asistentes gozan y brindan en su nombre, como quizá el mismo Flint habría querido.
Como sea, hay que quitarse el sombrero ante la organización por lograr sortear los obstáculos que presentó la vida (o la muerte, mejor) y traernos a una banda legendaria como Underworld, que hará del sábado 6 de abril un día inolvidable. ¡Bienvenidos, Karl Hyde y Rick Smith!
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Imágenes: Underworld (vía: Facebook)
