Polémica en Alemania por juego virtual en el que se debe asumir personalidad de un indigente

Mientras en la mayoría de los juegos de computador y de consola los usuarios asumen la personalidad de guerreros futuristas, pilotos de carreras o de deportistas extremos, en Pennergame usted tendrá que convertirse en un habitante de la calle, alcohólico y sin dinero, que deambula sin rumbo por las vías de Berlín o Hamburgo, en Alemania.

Dicho juego, gratuito, es por estos días la sensación en ese país. Se puede visitar en www.pennergame.de.

Al inscribirse, la persona debe elegir un personaje de vagabundo, con el que deberá comenzar a defenderse en las calles de dichas ciudades alemanas y sobrevivir con la recolecta de botellas y basura, o como músico callejero.

También podrá elegir una mascota para que lo acompañe y hasta asociarse con otros ‘parceros’, con la intención de superarse más rápidamente de manera cooperativa.
De hecho, el objetivo de Pennergame es que usted evolucione y logre mejorar sus condiciones de vida.

El juego le permite al usuario, en su papel de callejero, obtener puntos según su nivel de aseo, la cantidad de dinero que ha logrado recolectar y, por si fuera poco, sus índices de alcoholismo. Aunque eso sí, el consumo virtual de bebidas embriagantes es limitado y solo puede hacerlo entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana (en el horario del juego).
Beber demasiado, de hecho, le quitará puntos.

El nivel máximo de superación también puede llegar a ser sorprendente: el jugador tiene la opción de hasta alcanzar el cargo de Canciller alemán.

Polémica que no es un juego

Tras el éxito arrollador logrado por el juego (obtuvo más de 300.000 inscritos a las tres horas de lanzado el servicio), algunas entidades oficiales en Alemania han criticado la trama de Pennergame.

Portavoces de la organización de vagabundos y personas sin techo de Alemania, ‘Motz & Co.’, consideran que el juego es de «muy mal gusto, cínico y asqueroso».
La asociación recordó que sólo en Berlín hay unas 10 mil personas sin hogar, situación que no debería ser motivo de juego alguno.

Sin embargo, para los creadores de Pennergame (dos muchachos con edades promedio de 25 años), su trama debe considerarse «una sátira social», pues el usuario puede hacer que su personaje ascienda en la escala social, de acuerdo con su esfuerzo, desempeño y habilidades.

Incluso, a medida que el vagabundo logra avanzar, su mascota también lo hace simultáneamente, es decir, si al principio del juego el usuario contaba con la compañía de un modesto pez, en la medida en que acumula puntos, el animal puede convertirse en una jirafa o en un prominente elefante. 

 

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