Muchas empresas consideran su centro de datos como un órgano vital para su operación. Es a través de este que una enorme cantidad de información transita y garantiza que los servicios (internos y externos) que una empresa ofrece cumplan con los requerimientos necesarios.
El problema está en que a medida que el servicio que ofrece una empresa crece, también lo hacen los requisitos para que ese centro de datos funcione lo más cercano al 100%. Por ejemplo, el número y tipo de equipos que acceden aumenta. También lo hace el tamaño y número de datos que deben ser procesados. Todo esto al tiempo que se exige un más rápido tiempo de respuesta y análisis. Hay una constante necesidad de actualizar los sistemas encargados de estas funciones. Todo esto va de la mano de un particular interés de la compañía Intel en los últimos años: inteligencia artificial
Uno de los frentes en los que Intel ha respondido a esta necesidad es el de los servidores. Su línea de procesadores Xeon están diseñados para ofrecer el mejor nivel de respuesta para labores críticas. Esta semana Intel lanzó de manera oficial el siguiente paso de su nueva línea de Intel Xeon Scalable Processors: código Skylake.
Un cambio que comienza con el nombre
La Intel Xeon Scalable Family son los sucesores de E5 y E7. Esta nueva familia no solo trae cambios técnicos a los procesadores Xeon de la compañía, sino que además integra una nueva nomenclatura para las configuraciones. Los Xeon Scalable Processors vendrán en cuatro diferentes configuraciones: Platinum (hasta 28 CPU cores y memoria de hasta 12 TB), Gold (hasta 22 CPU cores y memoria de hasta 6 TB), Silver (hasta 12 CPU cores y 1.5 TB) y Bronce (hasta 8 CPU cores y 1.5 TB).
La evolución de los procesadores en los centros de datos
La Intel Xeon Scalable Family es, según un comunicado en el sitio web de la compañía, «la nueva base para centros de datos con capacidades multicloud, seguros y ágiles«. Esta siguiente generación de procesadores Esta diseñada para poder responder a aplicaciones comunes y misiones críticas. Esto para resolver necesidades modernas que han surgido en los últimos años como, por ejemplo, inteligencia artificial y 5G.
Otro de los cambios que presentó fue una transición en la microarquitectura de los cores. El resultado es una plataforma que busca optimizar el desempeño y la seguridad. Según datos presentados por Intel, sus nuevos Xeon Scalable Processors entregan un desempeño promedio de más de 1,65 veces en comparación con la previa generación. También puede trabajar con hasta 28 cores y hasta 6 terabytes de memoria en el sistema. Además, mejora los estándares de encriptación 3,1 veces más que la pasada generación de procesadores.
«Los centros de datos y la infraestructura de red están sufriendo transformaciones masivas para apoyar los casos emergentes de uso como la medicina de precisión, inteligencia artificial y servicios de red ágiles que allanan el camino hacia 5G«, dijo Navin Shenoy, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Intel Data Center Group. «Los procesadores Intel Xeon Scalable representan el mayor avance en el centro de datos en una década«.
La transición a Intel Xeon Scalable Family comenzará este mismo año. Intel espera que el cambio esté terminado en el transcurso de 2018.
Imagen: ENTER.CO
