Flowkey, una app para aprender a tocar piano

Flowkey

El sueño de muchas personas es aprender a toca un instrumento musical. Algunos optan por la guitarra, que es fácil de llevar a las reuniones de amigos para acompañar la voz propia o la de otros cantantes improvisados. Otros prefieren el piano, aunque seguramente es mejor que el amigo que organiza la reunión tenga uno en casa, porque llevar el propio puede ser un poco más complicado.

En cualquiera de los dos casos –piano o guitarra– la ventaja es que con ellos se puede hacer un acompañamiento completo prácticamente en cualquier género. Porque sí, el violín puede sonar muy bonito, pero cuesta un poco más de trabajo sacarle el sabor de la salsa a uno solo (sin más acompañamiento) si uno no es Alfredo de la Fe.

Tocar piano puede ser difícil para aquellas personas que, como yo, tienen problemas para hacer una cosa con la mano izquierda y otra con la derecha. Seguramente esto se puede ir resolviendo poco a poco tomando lecciones, pero no siempre hay el tiempo o el dinero necesarios para hacer un curso. Por eso, las apps para aprender a tocar piano son una buena alternativa para meterse en este mundo.

Una de esas apps se llama flowkey (así, con la f minúscula, en el estilo de la empresa que la desarrolla), disponible para iOS y Android. Si lo prefieres, puedes usar la versión de escritorio, aunque para efectos de hacer los ejercicios en el piano es preferible instalar la app en un dispositivo móvil y ponerlo en el atril del instrumento.

Flowkey

Tuve la oportunidad de ‘cacharrerar’ con flowkey por un tiempo y me pareció interesante ver que poco a poco lograba dar pasitos importantes en el aprendizaje. Lo de hacer algo distinto con cada mano, debo admitirlo, tal vez es algo más genético que artístico.

Sin embargo –y esto no es una particularidad de flowkey, sino algo general para todas las aplicaciones de este tipo– seguramente llegará el momento en que la presencia de un maestro o de un tutor humano sea necesaria. Alguien que vaya un poco más allá y nos corrija la posición frente al piano, la altura de la silla, los movimientos de las manos. Todo está bien descrito en la app, pero una cosa es imitar lo que muestra el video y otra, que un experto nos diga si lo estamos haciendo bien.

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Piano, piano va lontano…

De cualquier manera, flowkey es una herramienta interesante para dar algo más que solo los primeros pasos. Supondría uno que para iniciarse en el mundo del piano es necesario conocer algunos conceptos básicos de música que aceleren el proceso; pero si no es así, la misma herramienta va enseñándolos a medida que avanza en el proceso.

Las lecciones se basan en un esquema simple de ver un comentario corto con la teoría correspondiente; luego, ver un video de cómo se debe ejecutar esa teoría, y finalmente hacer uno mismo el ejercicio (tres veces cada uno, para que la repetición refuerce el aprendizaje). La app reconoce el sonido del piano, de manera que uno no puede hacerle trampa tocando las notas que no son en el tiempo incorrecto… pero depende de la voluntad de cada usuario usar los dedos que sí son, que –suponemos– no tiene discusión si de lo que se trata es de aprender.

Flowkey

Cómo todo lo que tiene que ver con música, la disciplina es muy importante. No solo para evitar trampillas como la mencionada arriba, sino para ser constante con los ejercicios. Ojalá, el usuario pudiera practicar todos los días. En el peor de los casos, cada tercer día. Espaciar más las lecciones es un atentado contra la práctica que hace al maestro, incluso si tu intención no va más allá de amenizar alguna reunión. De cualquier manera, flowkey te ofrece ejercicios que van desde nivel principiante hasta profesional.

Algunos aspectos por mejorar en flowkey

FlowkeyUno de los aspectos en que esperamos que el desarrollador trabaje es en unificar el lenguaje de la interfaz. Los títulos de las diferentes secciones y herramientas –Canciones, Buscar, Cursos, Categorías, Selección de niveles, Géneros…– están en español, pero el contenido de las lecciones está en inglés. Digamos que en nuestro mundo globalizado –en el que los hispanohablantes nativos dominan el idioma de Shakespeare así no tengan idea de hablar y escribir español– esto puede no ser una dificultad, pero no deja de generar algún tipo de confusión entre potenciales estudiantes que no hablen inglés. Aunque la música es un idioma universal, sería preferible que todos puedan entender las breves introducciones a cada lección.

Lo anterior también tiene que ver con la notación, pues en flowkey las notas no se llaman do, re, mi, fa, sol, la y si –como las conocemos en este pedazo del continente– sino c, d, e, f, g, a y b –como las llaman nuestros amigos del norte–. Hay gente que se mueve sin problema entre las dos notaciones, pero –a mi juicio– sería mejor un poco de ‘consistencia idiomática’.

De cualquier manera, como ya lo dijimos antes, para llegar a convertirte en un Lang Lang, Claudio Arrau o Teresita Gómez –algunos de los mejores pianistas del mundo, incluida nuestra gran artista colombiana– llegará el momento en el que debas recurrir a un humano para pulir todo lo que hayas aprendido con flowkey. Que, de todas maneras, no será poco.

Flowkey tiene una versión básica gratuita. Si te queda gustando, podrás acceder a las versiones pagas, que dependiendo del nivel que quieras alcanzar tienen un costo entre 19,99 y 299 dólares. Así que, ¡música, maestro!

Imágenes: Capturas de pantalla de flowkey.

Jaime Dueñas

Jaime Dueñas

Nací. He crecido durante más de cuatro décadas. No me he reproducido. Soy periodista de profesión, músico por vocación y futbolista frustrado. Me encanta la tecnología, que en Enter.co tengo la oportunidad de mezclar con el periodismo y en mi vida cotidiana, con la música.

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