Después de Rock Al Parque, uno de los festivales de rock más legendarios y antiguos de América Latina, el siguiente festival colombiano que también llega a mi mente cuando pienso en eventos musicales masivos es Estéreo Picnic.
Al cabo de siete ediciones (en 2017 se realizará la octava edición), esta marca está más que posicionada y representa la posibilidad que tenemos muchos de ver una banda o una agrupación musical ‘grandes ligas’ como Red Hot Chilli Peppers, The Killers, Los Fabulosos Cadillacs o Caifanes (porque las latinoamericanas también valen mucho la pena), al mejor estilo de los festivales Coachella o Lollapalooza.
Pero no todo ha sido ‘color de rosa’ en la historia de Estereo Picnic. Empezó en 2010 con una cartelera prometedora, que aun así no pudo cautivar a los miles de espectadores que sus organizadores esperaban atraer. De acuerdo con Philippe Siegenthaler, uno de los creadores del festival, la primera edición de Estéreo Picnic no superó los 3.000 visitantes. En entrevista a la revista Semana, Siegenthaler comentó que la versión del 2010 había sido una ‘bonita experiencia, pero un fracaso en términos de ventas’.
Pese a las deudas monetarias que generó ese fracaso, Siegenthaler y su equipo siguieron adelante y se lanzaron al ruedo de organizar una segunda versión en abril del 2011. Para ese entonces, la programación fue también muy llamativa: Calle 13, The Presets, CSS, Choquibtown, Lee «Scratch» Perry, Zoe, The Sounds, The Twelves, Bag Raiders, Modex, Profetas, Providencia, Frente Cumbiero, Radio Rebelde, The Mills, Monsieur Periné, entre otros, conformaron el grupo de artistas y bandas que deleitarían a los asistentes. Sin embargo, una vez más, la asistencia no cumplió las expectativas: Fueron solo 4.500 personas.
Esta nueva caída hizo que los seis promotores de conciertos privados que se habían asociado para crear el espectáculo pensaran en otras estrategias, afines a la esencia de un festival: ofrecer una experiencia más allá de las presentaciones de los cantantes. Por esto, hoy vemos en Estereo Picnic zona de comidas, zona de camping, juegos y hasta un bazar con oferta de productos (ropa, accesorios, etc.) 100% colombianos.
En 2012 le apostaron otra vez a esta experiencia, pero duplicando la cantidad de artistas y precisamente en marzo de ese año se presentaron en los escenarios de Estereo Picnic MGMT, Caifanes, TV on the Radio, Cassius, Gentleman, Tinie Tempah, Yuksek, Amigos Invisibles, Tres Coronas, Denver, Toy Selectah, Systema Solar y muchos más. Ya en este punto, el panorama empezó a cambiar puesto que llegaron 6.000 espectadores, y el festival dio señales de que podía llegar a ser lo que sus creadores imaginaron: un rotundo éxito.
Para 2013, los organizadores dieron ‘el todo por el todo’ invitando al país cinco bandas/artistas destacados, entre los cuales se encontraban New Order, Major Lazer y Café Tacvba. Además, se pasaron a un lugar dos veces más grande (El Parque 222, entre la autopista norte y la carrera séptima). Y lo mejor, esta edición arrojó las primeras ganancias (asistieron 25.000 personas), es decir que después de tres ediciones el festival por fin rindió frutos.
De esta forma, las versiones de 2014 y 2015 fueron una continuación de ese buen momento que empezó a atravesar el festival, al cual se sumaron patrocinadores del sector tecnológico y alimenticio importantes como TigoUne, Uber, RedBull y Ramo. ¿Y la cifra de asistentes? Pues bueno, siguió en aumento: En 2014 fueron 45.000 y en 2015 ascendió a 50.000, según sus organizadores y la realidad misma, porque cada vez se ve más lleno el festival. “Este año es el balance perfecto de artistas, días y posibilidades. Si bien tenemos que adaptarnos a qué día pueden tocar los artistas según su participación en otros conciertos de la región, el Estéreo Picnic demuestra que Bogotá no tiene nada que envidiarles a las grandes ciudades en oferta musical”, aseguró Siegenthaler sobre la edición del 2014 en una entrevista para Semana.
2016, además, vio llegar a grandes de la música como SnoopDogg, Mumford&Sons, Florence and The Machine, Die Antwoord y Kygo. Y para los amantes del rock colombiano, las 1280 Almas, que podría decirse que es un esfuerzo de los organizadores por darle gusto a todos, porque en este festival confluyen varios géneros musicales: desde pop y música electrónica, hasta rock y sonidos alternativos como los que han propuesto los grupos colombianos Monsier Periné y Systema Solar. Este último, junto a otros exponentes de la música como Frente Cumbiero, son una muestra fresca y moderna de nuestros ritmos autóctonos.
En 2017, la organización tiene previsto tres tarimas con un gran despliegue de luces y sonido, distribuidas en los escenarios TigoMusic, Budweiser y Moto. Como ven, más sponsors de la industria tecnológica aparecen en el panorama. Serán más de 30 horas de música entre el 23, el 24 y el 25 de marzo.
Imagen: Estéreo Picnic.
