Por décadas, Apple ha sido sinónimo de innovación, tanto en sus productos como en la forma de presentarlos, pero esta vez, el cambio no está en el hardware ni en una nueva función revolucionaria, sino en algo aparentemente menor; el nombre de sus sistemas operativos.
A partir de este año, Apple dejará atrás su caótica numeración interna y adoptará una lógica que recuerda más al mundo del automóvil que al del software. iOS, macOS, watchOS y compañía serán etiquetados con el año… aunque con un pequeño giro.
Según información revelada por Bloomberg, la empresa comenzará a nombrar sus actualizaciones anuales de sistema operativo con el número del año siguiente al de su lanzamiento. Es decir, en la WWDC del 9 de junio, cuando Apple revele sus próximas versiones, lo hará bajo la denominación iOS 26, macOS 26, watchOS 26, tvOS 26, iPadOS 26 y visionOS 26, aunque técnicamente estén siendo lanzados en 2025.
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El movimiento busca una mayor coherencia entre plataformas. Actualmente, los nombres de los sistemas de Apple parecen avanzar a ritmos diferentes: iOS va por la versión 18, mientras que visionOS apenas llega a la 2. A partir de ahora, todos quedarán alineados en un mismo número, no como indicador técnico, sino como señal temporal.
En otras palabras, Apple pasará a considerar sus versiones como “modelos de año”, una lógica ya adoptada desde hace tiempo por la industria automotriz: un vehículo presentado en septiembre de 2024 será el modelo 2025. Este método, que también usan empresas de electrónica de consumo, permite que los productos parezcan más actualizados por más tiempo.
¿Una cuestión de marketing o de orden?
La decisión no es caprichosa. El cambio parece responder a una necesidad tanto de usuarios como de desarrolladores: entender más fácilmente cuál es la versión vigente y cuándo fue lanzada. La numeración anterior, derivada de un sistema acumulativo desde la primera versión de cada plataforma, dificultaba esa comprensión.
Para quienes siguen el ecosistema Apple de cerca, esta simplificación no solo alinea los nombres, sino que también ordena el calendario mental. Ya no será necesario recordar que iOS 18 y macOS 15 fueron lanzados el mismo año; con esta nueva nomenclatura, ambos se presentarán como parte de una misma generación: la del “26”.
Más allá del nombre, se espera que la nueva generación de sistemas operativos venga con cambios visuales importantes. Según Bloomberg, el rediseño de las interfaces estará influenciado por visionOS, el sistema del Vision Pro, lo que apunta a una convergencia estética y funcional entre dispositivos. El rediseño podría incluir elementos tridimensionales, nuevas formas de interacción y una experiencia más inmersiva.
Este intento de unificación va más allá de lo estético. Apple ha apostado en los últimos años por un ecosistema más integrado, donde los dispositivos funcionan como una extensión unos de otros. Tener un mismo “apellido” de sistema operativo refuerza esa idea de familia, de continuidad, de experiencia compartida.
¿Qué cambia para los usuarios?
Desde un punto de vista práctico, los cambios son mínimos. Las funciones, las mejoras de seguridad y las novedades seguirán dependiendo de cada sistema y dispositivo. Pero el nuevo esquema numérico podría facilitar algunas cosas: por ejemplo, saber si una app es compatible con “el sistema 26” sin importar si se trata de iPhone, iPad o Mac.
Además, para los desarrolladores, el nuevo orden podría simplificar procesos de compatibilidad, documentación y soporte técnico. Menos confusión, menos errores, más claridad.
