Irónico truco de la ciencia para evitar las ganas de comida grasosa

Comida rápida

Seguramente en diciembre comiste como si no hubiera mañana y ahora estás arrepentido de esos kilos de más; o bien, uno de tus propósitos de año nuevo es comenzar el gimnasio y bajar de peso. Cualquiera que sea el caso, es muy probable que se te dificulte mucho porque eso de tener una dieta alimenticia equilibrada y con control de calorías se te descontrola cuando ves una hamburguesa, una pizza o un perrito caliente.

Es muy probable que se te haya vuelto agua la boca de solo leer el anterior párrafo. Por eso, la ciencia vino a salvarte y mejorar tu fuerza de voluntad con un simple truco, que parece muy ilógico: debes oler esas apetitosas y grasosas comidas por al menos dos minutos para que se les quite eso de apetitoso y te acuerdes de lo grasoso.

No es un invento, lo dice un estudio

ComidaParece que te estuviéramos llevando directamente a una tortura, pero la ciencia dice que funciona. Dipayan Biswas y Courtney Szocs, doctores y profesores de negocios y mercadeo de la Universidad de Florida, publicaron en el Journal of Marketing Research los resultados de un estudio sobre la relación de los olores en la elección de comida.

El estudio fue desarrollado en un comedor con 900 niños en donde diseminaron olores y anotaron datos estadísticos del comportamiento alimenticio de los menores de edad. Cuando el olor que ponían era el de pizza, el porcentaje de niños que eligieron comida poco saludable se redujo a un 21,43%.

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ComidaMientras que, cuando llenaron el aire con olor a manzana, el 36,96% de los niños buscaron comida grasosa. Esa cifra es similar a la que encontraron cuando no había ningún olor en absoluto; en ese caso el 36,54% de los niños buscaron opciones poco saludables.

Sin los resultados de una investigación en un área científica mucho más profunda, como la neurología, Biswas y Szocs tuvieron que recurrir al plano de la hipótesis para explicar el fenómeno. Ellos creen que el olor de los alimentos grasosos causa en el cerebro el mismo grado de satisfacción que se desata cuando los comemos. Así que, al darle el olor por mucho tiempo, el cerebro recibe una recompensa y deja de insistir en querer comer esa hamburguesa, pizza o perro caliente.

Bueno, ¿al fin qué? ¿Huelo o no huelo?

ComidaSin embargo, un estudio hecho en 2017 por un grupo de científicos de la Universidad de Barkeley, y publicado en Cell Metabolism, dice otra cosa sobre el olfato en la alimentación. En esa investigación usaron ratones a los que les quitaban el sentido del olfato en diferentes panoramas, gracias lo que concluyeron que el cuerpo reacciona y activa el metabolismo de almacenamiento cuando olemos la comida, lo que hace que engordemos más fácil. En cambio, si no la olemos, el cuerpo cree que ya comimos y quema grasas de forma normal, lo que hace que engordar sea más difícil.

Entonces, si combinamos ambas teorías nos quedaremos con algo como: si olemos la comida por mucho tiempo, engañamos al cuerpo para que no nos pida más y podamos ir a los vegetales. O bien, si queremos comernos esa hamburguesa sin engordar tanto, es mejor no olerla. En todo caso, el panorama de olerla mucho parece mucho mejor para nuestros propósitos de año nuevo. Pero ten en cuenta que en ambos casos no son estudios concluyentes, sino solo hipotéticos. Usa tu olfato con mucha responsabilidad.

Imágenes: Marckbass8, FernandoVillalobos y fgmsp (vía: Pixabay) y CreativaImages (vía: iStock).

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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