Samsung publicó ayer por la noche sus resultados financieros para el cuatro trimestre de 2014. A primer vistazo, se podría decir que los resultados son como un día bogotano, con momentos de mucho sol y otros llenos de lluvia. La compañía tuvo ingresos de 48.600 millones de dólares, un incremento del 11% frente al trimestre inmediatamente anterior. Sin embargo, en comparación con el Q4 de 2013, la compañía sufrió una contracción de 11,03%.
La facturación resultó en una utilidad de 4.870 millones de dólares que –según TechCrunch– es la más baja desde el 2011 cuando la coreana capturó el primer puesto en la lista de fabricantes de teléfonos inteligentes. Aunque esto representa un incremento del 30,3% en comparación con Q3 2014, frente al periodo del año anterior significa un decrecimiento del 36,34%.
Para nadie es un misterio que Samsung está pasando por un momento difícil, sobre todo con su división de móviles. La utilidad generada por este negocio fue de 1.800 millones de dólares, una caída del 64% frente a la cifra del año pasado. Sin embargo, la multinacional coreana está en proceso de mejorar la situación, ya que el éxito del Galaxy Note 4 se vio reflejado en un incremento del 10,7% en las ganancias de la división de moviles frente al periodo inmediatamente anterior. “El precio promedio aumentó gracias al incremento en el sector de alta gama principalmente por las ventas del Galaxy Note 4”, dijo la compañía en su presentación a inversionistas.
Samsung logró despachar 95 millones de celulares, y aunque la compañía no desagrega entre teléfono inteligentes y ‘feature phones’, Re/code asegura que más del 70% de estos pueden ser inteligentes. Esto quiere decir Samsung despachó entre 70 y 75 millones de unidades de smartphones, lo que pondría a la coreana en un empate virtual con Apple por la corona al mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo.
No obstante, Samsung tiene mucho camino para recorrer. Ya van cinco trimestres que la división de móviles tiene reducciones interanuales en sus ingresos, y ya dejó de ser el negocio más rentable de Samsung.
Este lugar ahora lo ocupa la división de semiconductores, que sacó la cara por la compañía durante el periodo en estudio. “El crecimiento trimestral se debe en gran medida por las soluciones para dispositivos, cuyas ventas aumentaron gracias a una demanda fuerte de productos de memoria y procesadores”, explicó la compañía. Y los pronósticos para esta división son excelentes. Aunque la compañía esté en una batalla con Apple por la supremacía en el mercado de teléfonos inteligentes, hace poco Reuters reportó que Samsung será el proveedor principal de los chips de la compañía durante 2015. La agencia de noticias asegura que la coreana proveerá el 75% de los chips presentes en los iPhone y iPad que fabrique Apple.
Por otro lado, los televisores tuvieron buenos desempeños y aumentaron trimestre tras trimestre gracias a la temporada navideña y la demanda en productos premium, como televisores curvos y pantallas UHD. Una situación similar se presentó con los productos perteneciente a la línea blanca, que vieron incrementos gracias a la temporada y una buena mezcla de producto. Samsung espera que los productos presentados en el CES aumenten la demanda por los electrodomésticos de gama alta y ayuden a mejorar su situación –que no es mala– en el mercado norteamericano.
Después de un 2014 preocupante, Samsung tiene la necesidad de balancear su portafolio. Anteriormente dependía excesivamente de su los teléfonos inteligentes, pero este mercado se ha visto atacado por arriba por Apple y por abajo por los fabricantes chinos. Viendo esas realidades en el modelo de negocio, Samsung deberá fortalecer su presencia en electrodomésticos y en chips, donde tiene varias ventajas competitivas.
No obstante, la compañía se mantiene cauta. «El ambiente de negocios en 2015 será igual de retador que en 2014», según Robert M. Yi, director de las relaciones con los inversionistas de Samsung.
Imágenes: ENTER.CO y Samsung
