El fútbol y la tecnología

En esta columna, bajo el nombre de ‘La anticuada Fifa’, se trató este mismo tema y hoy, luego de ver el Mundial hasta los cuartos de final del sábado, hay que ratificar la necesidad de que el fútbol adopte los nuevos adelantos en las formas en que más le convenga a este deporte.

Desde la óptica de las repeticiones, de la alta definición de las pantallas gigantes y televisores planos y de las tecnologías usadas para poder analizar una jugada, como la de la sombra para detectar los fueras de lugar, y las repeticiones en cámara lenta de situaciones de juego riesgosas o complicadas, habría que decir que los árbitros son pésimos o que el fútbol es un deporte dificilísimo de arbitrar.

Han sido más los penales que se han dejado de pitar que los que se han otorgado, fueras de lugar obvios, como el de Tévez contra México, y otros no tan evidentes que no fueron vistos por los árbitros, y jugadas controversiales que han puesto en entredicho el buen juicio de los jueces. ¿Qué tal la infracción en el área cometida por el portero de la selección paraguaya luego de atajar el penal de España? Seguramente, una jugada difícil de pitar en vivo, pero, bajo la lupa de la tecnología, fue evidente y clara.

Han sido muchas las situaciones dentro de los partidos del Mundial que, gracias a aquella, han expuesto a los jueces al escarnio público. Por todo esto, el presidente de la Fifa ha contemplado la posibilidad de incluir la tecnología en los partidos para mejorar la actuación de los árbitros y evitar así injusticias que, sin duda, afectan los resultados finales.

Es inaceptable que la excusa para no incorporar los nuevos medios técnicos en el deporte del fútbol sea la de que todos los partidos del mundo se deben jugar bajo las mismas condiciones, es decir, que todos deben incluir el uso de los mismos recursos, lo que haría que esta intención fuera imposible de realizar. Si la situación continúa, habrá que esperar el cambio generacional en las directivas de la Fifa y que lleguen ejecutivos jóvenes para hacer los cambios que se necesitan.

Por otro lado, en este Mundial quedó en evidencia que, analizando con ayudas tecnológicas las jugadas controvertidas, los árbitros tienen una labor bastante difícil. Para la tecnología es fácil detectar un fuera de lugar donde solo un paso de un jugador la está causando, pero para el hombre de negro del centro o el juez de línea no lo es tanto. Así mismo, hubo otras jugadas tan evidentes que, eso sí, dejaron en claro que hay árbitros bastante malos.

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