Por qué es mejor iniciar una empresa con un problema y no con una idea

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En el 2006, cuando tenía 18 años y creó un sitio web para compartir música que llegó a tener 35 millones de usuarios registrados (Grooveshark), el bogotano Andrés Barreto no estaba pensando en sacudir a la industria de la música, como luego sucedió. Estaba resolviendo un problema que él tenía: quería poder escuchar toda la música a la que no tenía acceso fácilmente en Gainesville, la pequeña ciudad de 100 mil habitantes en donde él estaba estudiando ciencias políticas en la Universidad de Florida (E.U).

En Gainesville, un lugar en donde la mitad de los habitantes son estudiantes, Barreto se reunió con dos compañeros de la universidad –Sam Tarantino y Josh Greenberg– para enfrascarse en el desarrollo del sitio web que se convertiría en el primero de sus muchos proyectos empresariales, y que nació como en otras historias que hemos escuchado en la industria de la tecnología: en un dormitorio universitario, sin dinero, trabajando mucho y durmiendo poco, pero con una determinación indomable.

Barreto no había estudiado ingeniería de sistemas –la comenzó y no le fue bien con las matemáticas–, pero sí era hábil con la programación, pues se aficionó a ella desde el colegio y la aprendió de forma autodidacta (era común que la madrugada lo sorprendiera en su cuarto pegado frente al computador en sus años de colegial). Eso le sirvió para crear de ceros un sitio web que luego implicó que él y sus compañeros, a una edad a la que muchos jóvenes solo se preocupan por la rumba, tuvieran que aprender por su cuenta sobre leyes, administración, tecnología, finanzas y otros temas que suelen quitarle el sueño a los emprendedores.

Pero nos estamos desviando. Volvamos al punto. Barreto dice que comenzó Grooveshark, y sus otras empresas, porque había un problema que quería resolver. Hoy, después de 15 años como emprendedor en varios países, que lo han llevado a invertir en 80 empresas y a apoyar con sus conocimientos a cientos de emprendedores del país a través de Apps.co, INNpulsa y Ruta-N, Andrés Barreto sigue pensando que los emprendimientos que más posibilidades tienen de sobrevivir son aquellos que nacen a raíz de un problema, y no de una gran idea con la que se casa el emprendedor.

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Imagen: Colin Behrens (Pixabay)

“Si usted comienza con una idea para una solución, sin haber vivido primero el problema o haberlo identificado bien, es altamente probable que su solución esté siempre en busca de un problema que en realidad no existía o que puede no ser doloroso”, dice Barreto.

¿A qué se refiere con doloroso? Barreto dice que él usa un marco para identificar los problemas que vale la pena resolver, y que incluye estos puntos:

– El problema causa frustración.

– Toma demasiado tiempo.

– Es muy costoso.

– Ya se gasta dinero en una solución que es terrible.

En esta teoría no está solo. Paul Graham, capitalista de riesgo y fundador de la firma Y Combinator, dice: “No hay nada más valioso que una necesidad insatisfecha que se soluciona. Si encuentra algo que no funciona y usted puede solucionarlo para mucha gente, ha encontrado una mina de oro”.

Crear un producto, que debe lanzar rápido

Según Barreto, solo después de encontrar ese problema, que idealmente usted ha vivido, y que conoce muy bien, se puede embarcar en la creación de un producto que lo solucione.

Construir y lanzar un producto es la mejor forma de validar que en verdad se escogió un problema valioso –dice Barreto–, pero además ese producto se debe lanzar rápidamente, antes de que se le acabe el dinero que tiene, o su emprendimiento morirá.

Por eso, para lanzar un producto también hay ciertas condiciones que se deben tener en cuenta. Y en uno de esos puntos Barreto tiene otra teoría interesante. La experiencia le ha mostrado que no tener mucho dinero para crear ese primer producto resulta siendo benéfico, porque eso obliga al emprendedor a lanzarlo rápidamente, a hacerlo simple.

Esto es clave, según Barreto, porque un emprendimiento sirve para probar una hipótesis, y esta no se puede validar mientras el producto no se haya lanzado. Por eso, él enseña que el producto se debe lanzar en cuestión de días, o en un par de semanas, y no en cuestión de meses.

“Este enfoque ayuda a combatir el perfeccionismo que todos tenemos, esa pequeña voz que nos dice ‘todavía no está listo’, y que nos lleva a convencernos de que, si movemos la fecha unos cuantos días, entonces funcionará. Así los días se convierten en semanas, y las semanas en meses, hasta que usted se queda sin dinero o sin tiempo”, explica.

En esto tampoco está solo. Hay una frase famosa de Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, que dice: “Si usted no está avergonzado por la primera versión de su producto, lo lanzó demasiado tarde”.

Algunas de estas enseñanzas pueden parecer contraintuitivas, y por eso para un emprendedor o para las personas que sueñan con iniciar una compañía es tan importante contar con un mentor, alguien con experiencia, que tenga en su equipaje muchos éxitos, pero también una buena cantidad de fracasos.

A eso es a lo que se ha dedicado Andrés Barreto en los últimos años, en los que, aparte de seguir creando empresas e invirtiendo en otras, ha destinado buena parte de su tiempo a apoyar y guiar a emprendedores de toda América Latina, y a promover el aprendizaje de la programación a través de fundaciones como Coderise.org.

Y por eso estamos seguros de que todos los emprendedores o personas del país que tienen un sueño empresarial, y que necesitan quien los guíe, encontrarán información, conocimientos y experiencias muy valiosas en el curso que ENTER.CO organizó en Bogotá para este sábado 7 de marzo, y que será dictado entre 8 a.m y 3 p.m por Andrés Barreto, en la sede de Holberton School (calle 70A # 5-67). Algunos de los temas que mencionamos en este artículo se tratarán con más profundidad en ese curso.

Las personas interesadas en el curso ‘Guía de Supervivencia para Startups: de Cero a Capital Semilla’ pueden dar clic en el botón adjunto.

Entre los temas que se tratarán en el curso están los siguientes:

– Fundamentos: metodología de valoración de startups.

– Equipo: cómo reclutar un cofundador y negociar la participación.

– Problema: por qué es mejor identificar problemas y no ideas.

– Producto: cómo crear un producto que la gente ame.

– Lanzamiento: cómo lanzar su producto y ponerlo en las manos de sus clientes.

– Iteración: Cómo medir lo importante para iterar lo correcto.

– Crecimiento: cómo crecer con sentido, con un énfasis en el análisis de cohortes, la retención y la expansión de uso.

– Tema legal: cómo incorporar la empresa en Estados Unidos y en Colombia.

– Negociación: cómo negociar con los inversionistas sin que se aprovechen de usted.

Este curso se realizará en cuatro ciudades en las siguientes fechas: en Bogotá, el sábado 7 de marzo; en Medellín, el sábado 14 de marzo; en Cali, el sábado 21 de marzo; y en Barranquilla, el sábado 28 de marzo.

Javier Méndez

Javier Méndez

A mediados de los años 80 tuve un paso fugaz por la facultad de ingeniería de sistemas de la Universidad de los Andes, pero me tomó pocos meses descubrir que escribir código era mucho menos apasionante que escribir artículos. Desde entonces pienso que la tecnología es más divertida cuando se la disfruta desde afuera que cuando se la sufre desde adentro. Y aunque mis primeros pasos en el periodismo los di en la sección deportiva de El Tiempo, era cuestión de tiempo para que aterrizara en el mundo de la tecnología. Llevo 30 años escribiendo sobre tecnología, primero en El Tiempo, y ahora en la revista ENTER y EmpresarioTek.co. Puede seguirme en Twitter en @javiermendezz

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