¿Qué necesita un emprendedor para convertir su proyecto en un negocio de millones de dólares? Zumba es quizás uno de los emprendimientos colombianos más exitosos y un ejemplo de cómo las ideas pueden transformarse en grandes negocios.
Desde el 2001, un caleño llevó la música latina a los gimnasios del mundo. Creó una nueva forma de hacer ejercicio que llegó a ser una muy rentable empresa, valorada en 2015 en $500 millones de dólares y que hoy tiene presencia en 200 países.
Zumba nació en los años 90 en un gimnasio de Cali, de manos de su inventor Alberto Pérez. En una de sus clases y por casualidad, se le ocurrió combinar baile y ejercicios aeróbicos sin sospechar que esa idea le cambiaría la vida.
La oportunidad hace al emprendedor y Pérez encontró el espacio, el momento y el lugar adecuados para desarrollar su proyecto muchos años después. En 2001 llevó su método a Miami y con la ayuda de dos nuevos socios, Alberto Perlman y Alberto Aghion, nació Zumba Fitness.
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Miami era el escenario adecuado, una ciudad con amplia población latina en la que los artistas de habla hispana estaban de moda. La salsa, el merengue y los ritmos tropicales se tomaron los gimnasios y zumba se convirtió en la manera más amena de hacer ejercicio: menos sacrificio, más diversión.
La idea fue exitosa, el escenario fue el adecuado. Los tres socios comenzaron a pensar en maneras de ampliarse y pasaron de comerciar los dvds de los entrenamientos, a certificar instructores. El alcance entonces fue cada vez mayor, Zumba comenzó a llegar a más lugares y hoy día se dictan clases en más de 20.000 lugares del mundo.
Zumba es hijo de colombianos. Uno de esos logros que, a diferencia de aquellos que nos inventamos (como que tenemos el himno más bonito del mundo) podemos usar como medalla cada vez que veamos a alguien bailar salsa mientras se ejercita. A sus 20 años todavía vemos letreros que anuncian clases de zumba y treintañeros cansados bailando en las ventanas de gimnasios en los países del mundo. Dos décadas después Zumba, el emprendimiento colombiano, tiene la misma energía que sus instructores que nos piden cinco minutos más de salsa y ejercicio.
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