La ciencia y la tecnología siguen trabajando de la mano para facilitar la vida de las personas. Recientemente, científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron un novedoso sistema de administración de fármacos mediante la tecnología de implantes cerebrales profundos. En otras palabras, un implante capaz de administrar medicamentos por el cerebro.
Esta nueva tecnología se llama ‘sistema de administración de fármacos neuronales miniaturizados’ (MiNDS). Utiliza una aguja muy pequeña (150 micras de diámetro) llena de tubos. Una vez se inserta en el cerebro, está conectada a dos diminutas bombas inalámbricas, también implantadas en el cráneo. Según The Next Web, este es el primer sistema cerrado capaz de administrar múltiples medicamentos a áreas específicas del cerebro. Y es capaz de administrar medicamentos por períodos de hasta dos meses.
Gracias a este implante se eliminarían los efectos secundarios que provocan los tratamientos actuales para los trastornos cerebrales y las enfermedades mentales.
«Uno de los problemas con los medicamentos para el sistema nervioso central es que no son específicos. Si los toma por vía oral, van a todas partes. La única forma en que podemos limitar la exposición es simplemente administrar a un milímetro cúbico del cerebro. Para hacerlo, debe tener cánulas extremadamente pequeñas» afirma Michael Cima, profesor del MIT.
Un largo camino para llegar al cerebro
Hasta ahora el sistema ha sido probado con éxito en ratas y primates no humanos. En estos se ha demostrado que es bastante efectivo. Uno de los mayores problemas con los tratamientos basados en fármacos para los trastornos neurológicos y las preocupaciones de salud mental es tratar de superar la barrera hematoencefálica sin atornillar otros sistemas del cuerpo.
La tecnología como MiNDS podría elevar la calidad de vida de cientos de millones de personas al eliminar el trabajo de adivinar y dejar que los médicos se centren en la fuente del problema. Por supuesto, aún hay mucho trabajo por hacer antes de que los implantes estén listos para salir al mercado. Al fin y al cabo, que funcione en monos o ratones no significa que la gente esté lista para tener transmisores inalámbricos, baterías, bombas, agujas y tubos llenos de medicamentos en sus cráneos.
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