Con Run-flat, alta tecnología llega a las llantas y mitiga los pinchazos

La combinación de dos tecnologías diferentes fue necesaria para que los ingenieros lograran eliminar casi por completo el problema de los pinchazos en las llantas.

Ir en el vehículo y pincharse puede ser el momento que arruine un paseo, la eventualidad que termine con el agradable viaje por las carreteras e incluso que genere retrasos graves para una cita de negocios, más si no hay una buena llanta de repuesto y en el camino solo hay un montallantas que, a pesar de su letrero de servicio 24 horas, no está abierto.

El peor de los panoramas es cuando son mujeres las que sufren este incidente, pues aunque conocen perfectamente la logística que implica cambiar una llanta, esta tarea exige de mucha fuerza bruta y a veces soltar los pernos y cargar el repuesto se vuelve imposible. Si se trata de una camioneta, la cosa es aún peor.

Aunque a la llanta no se le dé la importancia que merece –el motor y la carrocería muchas veces se ven como mucho más importantes–, es esta la que le permite al vehículo rodar y frenar y, lo mejor, le da un colchón a la suspensión del carro, pues sin esta el golpeteo contra el piso sería inaguantable.

Por eso, los avances para resolver el gran problema de los pinchazos no habían sido tan grandes como se podría esperar en las décadas pasadas, y para tratar de resolver este eterno problema en los vehículos se han propuesto muchísimas ideas pero ninguna con gran acogida, ya sea por no lograr pasar las pruebas o por representar inmensos costos de producción.

Pero una nueva era está llegando a las llantas. Una de las soluciones más aclamadas en la industria, y que además se acopla a la fabricación de llantas normal, fue la idea propuesta y puesta en marcha por BMW cuando lanzó las llantas Run-flat, resultado de la combinación de dos tecnologías diferentes.

Una de estas tecnologías consiste en introducir un soporte interior en el que se apoya la banda de rodamiento (que es la que proporciona tracción y resistencia al desgaste, va contra el piso) cuando le falta presión al neumático. La otra es la que refuerza los flancos (parte de la llanta que resiste la flexión y protege las cuerdas que componen la carcasa, va a los lados) para limitar la deformación de la llanta cuando esta se desinfle.

Además, el diseño del rin permite que cuando la llanta se queda sin presión, este no se salga como lo haría en una llanta convencional, pues su salida es uno de los mayores inconvenientes cuando hay un pinchazo, no solo se daña a llanta y el rin, sino que se puede ocasionar un accidente.

Gracias a la tecnología incorporada y a sus características, las Run-flat permiten seguir rodando durante unos 80 kilómetros, aproximadamente, después de pincharse, a hasta 80 kilómetros por hora. Esto significa que usted va en su vehículo y se encuentra una piedra o un objeto cortopunzante en el camino, no se preocupe por bajarse a ver el estado de la llanta: tranquilamente podrá seguir hasta su destino o hasta una estación de servicio.

Adiós a la llanta de repuesto.

Por lo general, los vehículos que incorporan estas novedosas llantas son los de gama alta, debido a su costo y a las especificaciones que se consiguen en el mercado. Para distinguirlas solo basta mirar en los flancos el logo contramarcado de RSC, siglas en inglés para Run-flat System Component.

Pero como la idea del sistema es que en el peor de los casos, el de un pinchazo, el vehículo pueda llegar a su destino, no se sorprenda cuando abra el baúl y no cuente con una llanta de repuesto –o si la encuentra, será una llanta normal que le servirá en caso de no encontrar un montallantas a 80 kilómetros de distancia–.

Debido a esta carencia de llanta de repuesto y a que a simple vista una Run-flat pinchada no es perceptible, los automóviles que las incorporan cuentan con un sistema tecnológico que mediante un sensor, conectado al computador central del carro, avisa cuál es la presión de las llantas y si alguna está por debajo de lo normal. Este sistema hace parte de los sistemas inteligentes de los vehículos, como el BMW ConnectedDrive.

Ventajas de las llantas Runflat.

Seguridad al conducir. Cuando una llanta normal se desinfla en medio del camino, cuando el vehículo va a una velocidad alta, esa pérdida de presión puede causar un accidente, ya que la dirección del vehículo queda muy difícil de controlar. Con esta tecnología las llantas permiten que el carro continúe su marcha por un buen espacio, sin perder estabilidad y maniobrabilidad.

Sí se pincha, pero es difícil que suceda. Las llantas Run-flat, gracias a los refuerzos en sus partes, a que sus paredes son más gruesas y resistentes y a la tecnología que incorporan para su fabricación, son más difíciles de pinchar.

Adiós a la despinchada.  El cambio de una llanta ya no será el dolor de cabeza de muchos, pues casi siempre alcanzarán a llegar a un lugar donde un experto haga la tarea, a menos de 80 kilómetros de distancia. Un peligro menos en las carreteras, pues un carro atravesado en el carril de la autopista por una llanta pinchada es un factor de alta accidentalidad.

Todos los tamaños. Para completar, las llantas Run-flat vienen en diferentes dimensiones para acoplarse a distintos modelos de vehículos, incluso camionetas. Por esta razón, el rin sigue siendo el mismo que usan las llantas convencionales, y en caso de emergencia se le puede adecuar una llanta normal.

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Colaboradores ENTER.CO

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Muchos periodistas y blogueros de Colombia, Latinoamérica y España colaboran esporádicamente con ENTER.CO, aportando su conocimiento y puntos de vista frente al acontecer tecnológico y de Internet.

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