Cuando los antiguos griegos encendieron la primera llama olímpica en Olimpia, jamás imaginaron que, siglos después, su legado sería retomado por figuras de metal y circuitos. Sin embargo, del 29 de agosto al 2 de septiembre de 2025, esa misma ciudad será testigo de un evento digno de Black Mirror: los primeros Juegos Olímpicos entre robots. Organizada por las empresas Acumino y Endeavor Grecia, esta competencia reunirá a robots humanoides de todo el mundo para enfrentarse en pruebas inspiradas en las disciplinas olímpicas tradicionales.
La elección de Olimpia como sede no es casualidad. Es un guiño simbólico que conecta el pasado con el futuro, uniendo la cuna de los Juegos Olímpicos con la nueva era de inteligencia artificial y robótica. Durante cinco días, estos humanoides demostrarán sus habilidades en disciplinas como carreras, lanzamiento de jabalina y salto, entre otras, adaptadas para evaluar tanto su destreza física como su capacidad de procesamiento y respuesta.
Pero Olimpia no será la única ciudad en albergar este tipo de competencias. Pekín se prepara para acoger los Juegos Mundiales de Robots Humanoides del 15 al 17 de agosto de 2025, justo después de la Conferencia Mundial de Robots. Este evento se llevará a cabo en dos de los estadios más emblemáticos de los Juegos Olímpicos de 2008: el Estadio Nacional, conocido como el “Nido de Pájaro”, y el Óvalo Nacional de Patinaje de Velocidad, la “Cinta de Hielo”. Allí, los robots competirán en pruebas que van desde atletismo y fútbol hasta danza y tareas de manipulación de objetos, mostrando avances significativos en movilidad, percepción y toma de decisiones autónoma.
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Estas olimpiadas robóticas sirven como plataforma para que investigadores y desarrolladores prueben y mejoren sus creaciones en entornos controlados pero desafiantes. Las competencias permiten evaluar aspectos como la estabilidad en terrenos irregulares, la coordinación en movimientos complejos y la capacidad de adaptación a situaciones imprevistas, habilidades esenciales para aplicaciones en rescate, exploración y asistencia en entornos humanos.
Lo cierto es que este tipo de eventos no solo representan un espectáculo tecnológico, sino que también abren un debate sobre el papel de los robots en nuestra sociedad. La participación de humanoides en competencias deportivas plantea preguntas sobre los límites de la inteligencia artificial, la ética en la automatización y el futuro de la interacción entre humanos y máquinas.
Por ahora no se ha confirmado la transmisión de estos eventos deportivos.
Imagen: Pavel Danilyuk