Revisar correos a las 10 p.m. o asistir a reuniones un domingo por la tarde ya no es una rareza, sino parte del nuevo ritmo laboral que millones de personas han adoptado sin darse cuenta. Un reciente informe de Microsoft alerta sobre este fenómeno creciente, el de la expansión de una “jornada laboral infinita” que borra los límites entre el trabajo y la vida personal.
Según el Índice de Tendencias Laborales 2025, elaborado por Microsoft con datos globales de usuarios de su ecosistema 365, más del 50% de los empleados y líderes sienten que su trabajo se ha vuelto fragmentado, caótico y cada vez más extendido hacia horarios atípicos. La desconexión se ha vuelto un privilegio raro.
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio muestra que el 29% de los empleados revisan su correo a las 10 de la noche y que las reuniones después de las 8 p.m. han aumentado un 16% en el último año. El 20% de quienes trabajan los fines de semana ya están conectados antes del mediodía del domingo, y un 5% continúa respondiendo correos incluso después de las 6 p.m.
Más allá del horario, el problema de fondo es otro, no solo se trabaja más, también se trabaja con menos calidad. La interrupción constante, la sobrecarga de información y la presión por responder de inmediato han reducido el tiempo para el llamado “trabajo profundo”, ese que requiere concentración real y creatividad.
Según los datos, un trabajador promedio recibe 117 correos al día y cambia de tarea o aplicación cada dos minutos. A las 11 de la mañana, considerada la hora más productiva según los ritmos circadianos, también es la más interrumpida. El 50% de las reuniones se ubican en las horas de mayor rendimiento cognitivo, lo que disminuye aún más el foco.
El crecimiento de las reuniones improvisadas también llama la atención. Un 57% de las reuniones no son planificadas y una de cada diez se agenda en el último minuto. Además, se ha disparado el número de encuentros con más de 65 participantes, muchos de ellos entre personas en diferentes zonas horarias. Esto diluye aún más la eficacia y aumenta la sensación de agotamiento.
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Para Microsoft, este escenario no es sostenible, es por eso que el informe propone que las organizaciones adopten una transformación profunda: convertirse en “Empresas Frontera”. Esto implica dejar atrás las estructuras rígidas y optar por equipos más ágiles, donde el liderazgo esté acompañado de herramientas de inteligencia artificial para reducir tareas repetitivas.
Una de las estrategias recomendadas es la aplicación de la regla 80/20: enfocar esfuerzos en el 20% de las tareas que generan el 80% del valor. También se sugiere reorganizar los equipos en torno a objetivos comunes, más allá de los cargos tradicionales. Y por último, formar “jefes de agentes”, líderes que sepan trabajar de la mano con la IA y liberar tiempo para la toma de decisiones estratégicas.
Ahora bien, estamos ante un modelo de trabajo que dejó de ser funcional para muchas personas. Pero la solución no pasa solo por más herramientas o automatización, sino por rediseñar el modelo desde la raíz.
El llamado de Microsoft no es menor, si se sigue estirando la jornada laboral sin poner límites ni redefinir prioridades, el riesgo no solo es el agotamiento individual, sino una pérdida de productividad estructural. Es hora de repensar qué significa realmente trabajar bien en la era digital.
Imagen: Generada con IA