¿Internet en el espacio? Hablen con Elon Musk

El intrépido, visionario y mediático Elon Musk vuelve a reventar los diarios con sus ideas peculiares. Una vez más pone todos sus millones y su cerebro a promover un propósito tan utópico pero tan aterrizado. El billonario quiere poner en órbita centenares de satélites que provean internet económico y veloz a la Tierra, según informa Bussinessweek«Nuestra idea se centra en la creación de un sistema global de comunicaciones que sería más grande que cualquier cosa que se ha hablado hasta la fecha», dijo Musk.

Según la revista Forbes, Musk es el hombre más poderoso del mundo número 52 con un valor neto de 7.5 mil millones de dólares.
Según la revista Forbes, Musk es el hombre más poderoso del mundo número 52 con un valor neto de 7.5 mil millones de dólares.

Hace unos días les contamos que Musk anunció a través de su Twitter que construirá una pista de pruebas para su sistema de transporte del futuro. Pues hoy la cosa va más allá de algo terrenal, ya que sobrepasa la estratosfera. El servicio de internet espacial tendría un costo de 15.000 millones de dólares, instalando satélites a 1.250 kilómetros de la faz de nuestro planeta.

Si se lleva a cabo el plan, se podría acelerar la transferencia de datos y dar una mejor cobertura a los 3.000 millones de personas que no tienen acceso a internet. Entre tanto, la velocidad sería similar a la que proveen los cables de fibra óptica terrestres, incluso teniendo en cuenta la distancia del recorrido de transferencia entre los satélites y la Tierra.

Ahora bien, el proyecto de internet en el espacio está acuñado a otra idea con la que Musk salió hace unos meses: establecer una colonia humana en Marte. «Será importante para Marte tener una red mundial de comunicaciones, así que hay que hacerlo, y no veo a nadie más en eso», afirmó el empresario sudafricano. Cerca de cinco años podría tomar el emplazamiento de los primeros satélites.

Imágenes: Elon Musk (Facebook) y Flickr.

Juan Felipe Guerrero C.

Juan Felipe Guerrero C.

Mi alma máter es la Universidad de La Sabana. Allí me gradué de Comunicación Social y Periodismo. Soy un sujeto apasionado por la industria automotriz, la cinematográfica y la musical. Fervoroso admirador del Capitán Haddock, y eterno enamorado del Ford Mustang y de Cara Delevigne.

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