En Rusia las autoridades no saben qué hacer con las criptomonedas. Hace casi un mes el Banco Central de ese país, en cabeza de la jefa del Departamento de Estabilidad Financiera, Elizaveta Danilova, recomendó explícitamente crear un marco normativo para prohibir el uso de criptodivisas como medio de pago, así como también sugirió vetar a los exchanges, a las plataformas B2B y la minería de bitcoin para «evitar la inestabilidad financiera y el colapso medioambiental». Sin embargo, en la mañana del viernes 18 de febrero, desde el Ministerio de Finanzas se presentó una serie de propuestas legislativas que fueron en contra vía de la postura de Danilova.
Según Reuters, Anton Siluanov, quien es el ministro actual de esa cartera, dijo a través de una entrevista televisada, que en su despacho las ideas están orientadas más hacia la identificación de los comerciantes de criptomonedas y a combatir el anonimato de las transacciones. De acuerdo al funcionario, lo primero serviría para poder diferenciar el mercado «blanco» del mercado «gris»; y lo segundo, para que las autoridades puedan rastrear los flujos de dinero y las transacciones, evitar el lavado de dinero y otras actividades ilícitas, y crear al mismo tiempo una oportunidad económica para los negocios establecidos legalmente.
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«Si prohibimos las criptomonedas, entonces tendremos que prohibir internet también y nosotros no somos China», dijo Siluanov, quien también está de acuerdo en permitir el minado de bitcoins, siempre y cuando quienes realizan esta actividad paguen impuestos.
Pero el Banco Central sigue sin estar de acuerdo, no apoya al ministro ruso y esta es una disputa que lleva más de un año y medio. Lo anterior hizo que el presidente Vladimir Putin llamara a un consenso urgente sobre el cual, según Siluanov, se está trabajando ya, pues aseguró que su cartera estaba articulando esfuerzos con la institución financiera, para que los criptoactivos no se incluyan dentro de los balances de los bancos, cuando la regulación deba entrar en vigencia a finales del 2022.
Rusia es considerada actualmente la segunda nación más importante en cuanto a minado de criptomonedas, y según el Banco Central, se calcula que el volumen anual de transacciones de criptomonedas en ese país llegan hasta los US$ 5.000 millones.
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