El pasado 22 de noviembre SpaceX se quedó sin su vicepresidente de propulsión. Según la cadena CNBC, Will Heltsley se habría retirado de la compañía después de haber trabajado en ella durante 12 años, debido a la falta de progreso de los Raptor: los motores de metano fundamentales para que el cohete Starship pueda poner en órbita la nueva generación de satélites Starlink V2.
De acuerdo a un correo que Elon Musk envió a sus empleados y que varios medios rescataron, el lanzamiento de Starship es crucial «porque la producción de terminales de internet está aumentando a varios millones de unidades al año, lo que consumirá un enorme capital», y para poder vender el servicio de internet a esos millones de usuarios, «se necesita el ancho de banda de la versión 2 del Starlink», ya que, de lo contrario, «los terminales serán inútiles».
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La situación al parecer es crítica, pues el empresario instó a su equipo a trabajar junto a él durante el fin de semana posterior al Black Friday en la línea de los motores Raptor, con excepción de quienes tuvieran situaciones familiares inamovibles. En el correo que se menciona, el creador de Tesla Musk argumenta también que la compañía enfrenta un «riesgo real de quiebra» si la producción de los motores no aumenta para soportar la cantidad de vuelos que el Starship debe hacer en el 2022 para lanzar la nueva constelación de 12.000 satélites de Starlink.
En principio, el cohete está presupuestado para utilizar 29 de esos motores en sus primeros 70 metros de altura, luego deberá activar 33 y posteriormente otros nueve que harán parte de la segunda fase de la misión. En total se necesitarán 42 motores: un número que suena grande, pero que inevitablemente aumenta cuando se tiene en cuenta que SpaceX necesita contar con varias naves Starship activas para cumplir su objetivo.
Starship no solo está encargada del lanzamiento de la nueva constelación de satélites de Starlink, sino que también será la responsable de llevar humanos al espacio. La carga es alta, pues además de lo anterior, Musk también debe construir un módulo lunar para los astronautas que volverán a la luna en 2025 en la misión Artemis. Un compromiso de US$2.9 mil millones que tiene la empresa del magnate con la NASA, y que en su momento también interesó a Jeff Bezos, sin que este tuviera éxito.
El primer lanzamiento de Starship está previsto para tener lugar en febrero del otro año, lo que incrementa la urgencia del desarrollo de los motores. Pues además de ese vuelo, SpaceX también pretende hacer lanzamientos cada dos semanas durante todo el 2022 para «mantener la compañía a flote».
Imágenes: SpaceX
