Una nueva etapa de cooperación científica y tecnológica se consolida entre Colombia y China. Los dos gobiernos firmaron un memorando de entendimiento que compromete esfuerzos conjuntos en áreas estratégicas como la inteligencia artificial (IA) y las ciencias cuánticas.
El acuerdo, con una vigencia de cinco años, busca impulsar la formación de talento humano, promover proyectos conjuntos de investigación y asegurar la transferencia tecnológica hacia el ecosistema de innovación colombiano. El objetivo es construir capacidades propias que posicionen a Colombia como referente regional.
El memorando fue suscrito por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia y su homólogo chino (MOST), con la participación de la ministra Yesenia Olaya y el embajador Zhu Jingyang. Ambos destacaron el potencial de la alianza para fomentar una ciencia conectada con el desarrollo productivo y social.
Este acercamiento no es aislado, pies hace parte de una estrategia más amplia que arrancó en 2023 con la visita del presidente Gustavo Petro a China, la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta y su participación en espacios multilaterales como el Foro CELAC-China.
A través del nuevo acuerdo, Colombia podrá acceder a infraestructuras tecnológicas compartidas como centros de datos y plataformas de simulación. También se crearán laboratorios internacionales, redes académicas binacionales y mecanismos para proteger datos sensibles.
Uno de los focos del memorando es la formación de profesionales especializados en tecnologías emergentes. Se priorizará el acceso de jóvenes investigadores y mujeres científicas, con énfasis en regiones tradicionalmente excluidas del desarrollo científico.
Para Colombia, esta alianza representa una posibilidad concreta de cerrar brechas históricas en ciencia y tecnología. La cooperación con China le permitirá acelerar procesos de investigación aplicada, especialmente en campos donde hoy no tiene suficientes capacidades instaladas.
El acuerdo también contempla principios de desarrollo ético, seguro y responsable; y se buscará que los avances en inteligencia artificial respeten los derechos humanos, los saberes ancestrales y la soberanía de los datos, un enfoque que ha sido promovido desde el gobierno colombiano.
La ministra Yesenia Olaya aseguró que “la ciencia debe estar al servicio de una nueva Colombia”, en la que el conocimiento impulse la productividad, la justicia social y la sostenibilidad. En esa línea, destacó que la IA no puede entenderse solo como una herramienta técnica, sino como un proyecto de país.
Para China, la cooperación con Colombia se alinea con su interés de promover un desarrollo inclusivo a nivel global. El embajador Zhu Jingyang dijo que su país asiático está dispuesto a compartir experiencias, tecnologías y plataformas de innovación con sus aliados estratégicos en América Latina.
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El impacto de esta alianza se puede leer en tres niveles. Primero, a corto plazo, como una oportunidad para que universidades y centros de investigación accedan a redes de colaboración con expertos chinos. Esto podría traducirse en nuevas publicaciones, patentes y desarrollos piloto.
Segundo, a mediano plazo, como una vía para formar una generación de investigadores colombianos con competencias en tecnologías disruptivas. Esto es clave para enfrentar los desafíos laborales del futuro y dinamizar sectores como la salud, la agricultura o la educación.
Y tercero, a largo plazo, como una apuesta por insertar a Colombia en las cadenas globales de valor del conocimiento. Algo que requiere inversión, pero también visión de Estado y cooperación internacional sostenida, como la que propone este acuerdo.
Más allá de la firma, el reto será que este memorando se traduzca en acciones concretas como la experiencia con otros convenios internacionales muestra que la voluntad política es necesaria, pero no suficiente: hacen falta mecanismos de seguimiento, financiamiento y articulación multisectorial.
Colombia no parte desde cero, pero tampoco tiene tiempo que perder, ya que estamos en un momento donde la inteligencia artificial redefine las relaciones económicas y geopolíticas, contar con aliados estratégicos como China puede marcar la diferencia entre adaptarse o quedar rezagado.
Esta alianza ofrece una hoja de ruta para fortalecer las capacidades científicas del país, pero también para preguntarse hacia qué modelo de desarrollo se quiere avanzar. Porque más allá de la tecnología, lo que está en juego es la soberanía del conocimiento.
Imagen: Minciencias