Los 10 pecados casi mortales en Twitter (parte I)

Ninguna cuenta de Twitter está blindada contra tweets inapropiados, ya sea por ataques informáticos, errores propios o estrategias confusas. Imagen: Shovelling Son (vía Flickr).
Los beneficios de Twitter son muy conocidos, lo que se ha traducido en su explosivo crecimiento. Y aunque Twitter brinda total libertad para disfrutarlo, conviene no cometer ciertos pecados que han salido costosos a otros twitteros.

En enero pasado, Twitter superó los 200 millones de usuarios, aunque nunca hizo un anuncio oficial. Foto: Shovelling Son (vía Flickr).

Está claro que Twitter da para todo, pero no sobra ser precavido y seguir algunas recomendaciones que, como usuarios y seguidores, le servirán mucho para utilizar de mejor forma esta red social. Ah, y también para no resultar siendo la comidilla de cientos de twitteros que no tienen compasión con la información curiosa o malintencionada que se publica.

Así las cosas, como parte de la celebración del cumpleaños número 5 de Twitter, ENTER.CO presenta un listado de los 10 errores que no debería cometer usted en la red de microblogging. En esta entrega, presentamos los 5 primeros, y mañana compartiremos los restantes:

1. Convertirse en un twittero fastidioso.

A personajes como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Mike Tyson, Shakira, entre otros, se les ‘perdona todo’. A esto se suma que la fama que han logrado también los tiene entre los usuarios de Twitter con más seguidores. Sin embargo, a pesar de esto, ni siquiera estos famosos saturan a sus seguidores con el envío de mensajes cada 5 minutos avisando hasta que van a entrar al baño. Algo que sí hacen algunos usuarios que no alcanzan ningún grado de fama.

“Me gusta el color azul”, “qué bonito está el día”, “me voy de compras”, “estoy en el carro”, “tengo sueño”, “me muero por un chocolate”, son algunos de los ejemplos. La estrategia de llamar la atención funciona en Twitter, pero mal manejada puede resultar fastidiando a los seguidores.

2. Ser un ‘vurro’ de la ‘hortografía’.

El título de este error habla por sí solo. La mala ortografía en las redes sociales es una característica de un buen número de usuarios. Sin embargo, hay errores de errores.

En esta red social hay quienes twittean para pensar y no piensan para twittear, y también quienes no se fijan en las normas mínimas de ortografía; de los cientos de casos que podrían servir de ejemplo de errores garrafales, por obvias razones se destacan la de los personajes famosos, a quienes los twitteros no les perdonan una metida de pata.  Un par de ejemplos son el de la actriz colombiana Cristina Umaña y el de la cantante mexicana Paulina Rubio.

En el caso de la primera, a finales de 2010 publicó un mensaje que decía: “A donde se fue todo el mundo??? Yegue en 5 minutos a mi citaaa!!”. En el caso de Paulina Rubio, la cantante hace un par de meses publicó en su cuenta: “Chicos, quiero confesarles con mucha ilución (…) que van hacer tíos!!!”. Minutos después la mexicana se excusó con sus seguidores por la mala ortografía que se le había pasado en el mensaje que, según ella, redactó una de sus asistentes (a propósito: un pecado aún mayor que un tweet inapropiado es no asumir la responsabilidad y decir que se trata de un hacker, de una asistente o de algún fenómeno natural que originó el tweet).

3. Caer en peleas e insultos.

Un solo comentario de cualquier tema en Twitter puede terminar siendo la herramienta perfecta para que los medios de comunicación armen la polémica y no haya marcha atrás en el escándalo desatado.

En Colombia, por ejemplo, se volvió común ver las peleas de los políticos y otros personajes de la vida pública a través de la red social. Es el caso del ex presidente Álvaro Uribe y el periodista Daniel Coronell, un rifirrafe que todavía ocupa la atención en los principales medios del país.

En noviembre pasado, una pelea más curiosa surgió desde Twitter cuando por una gotera fue ‘el florero de Llorente’ de dos famosas vecinas. La actriz Diana Ángel y la exsenadora Piedad Córdoba cruzaron mensajes públicamente con frases como: “Esta es una campaña pacífica: por favor Senadora, después de 10 años, ya es justo que me arregle las goteras, es justo!”. Por su parte, Córdoba se defendió asegurando que el papá de Ángel se había apropiado de recursos del edificio en el que residen las 2. La polémica benefició especialmente a la actriz, porque el problema de la gotera fue solucionado finalmente por la ex senadora.

4. Publicar mensajes contra razas, sexos, nacionalidades…

La homosexualidad de Ricky Martin y las pifias con relación a los desastres naturales y las necesidades de los más pobres han dado de qué hablar en Twitter.

El periodista deportivo Andrés Marocco, en una de sus varias peleas con otros twitteros, no solo cae con frecuencia en el pecado número 5. Alguna vez escribió, entre varios mensajes: «Que dude usted de mi sexualidad me parece fantástico. ¿Qué tal que esa obsesión por mí sea amor? Yo no discrimino a nadie, ¿eso me hace gay?». De inmediato sus seguidores comenzaron a criticar sus tweets por discriminatorios.

Por su parte, el director de cine español Ignacio Vigalondo celebró sus 50.000 seguidores de una manera que no gustó para nada a los judíos y en general a su audiencia: «Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!». Aunque el artista explicó que se trataba de una broma y que no es un negacionista, debió afrontar fuertes críticas, perdió su blog en ElPais.com y ha quedado marcado, al menos por un tiempo, como antijudío.

5. Creer –y retwittear– en todo lo que se lee.

Una de los mejores usos que se le puede dar a Twitter es usarlo como fuente de información, pues la mayoría de los medios usa la red social para divulgar sus publicaciones. El problema es que algunos usan Twitter para divulgar información incompleta o falsa –a veces con la mala intención de desinformar, y otras, por los afanes de dar una primicia o de ganar popularidad–. Esto no sería grave si fuera menor la cantidad de usuarios que creen a ciegas en todo lo que leen y ‘retwittean’ información falsa o sin confirmar.

Quizás el caso más famoso en Colombia de este error fue el rumor que circuló en Twitter que daba por muerto a alias ‘Alfonso Cano’, el jefe máximo de la guerrilla de las Farc. Los famosos también sufren mucho a causa de personas que difunden chismes en Twitter, donde se agarran fuerza fácilmente. Tal es el caso del divorcio inexistente de Elizabeth Hurley, la operación cosmética labial de Lindsay Lohanla muerte de Morgan Freeman, 3 noticias que se propagaron vía Twitter y que no eran ciertas.

Hay varias razones por las cuales se dan tantos rumores falsos en Twitter, pero una de las principales es que allí los usuarios fácilmente replican de inmediato la información. Antes de hacer clic en ‘retweet’,cuando usted vea un titular extraordinario, no se lo tome a la ligera, piense 2 veces en la confiablidad de la fuente y busque otras fuentes serias que lo confirmen. Si aun así es una noticia difícil de creer y no se aguanta las ganas de twittear sobre ella, al menos plantéela como un rumor y no como un hecho verificado.

Siga con los otros 5 pecados aquí.

Carlos Alberto Díaz

Carlos Alberto Díaz

En 2002, cuando terminaba mi bachillerato en el Colegio Militar Caldas, todos los caminos conducían a que mi futuro iba a estar en los batallones del Ejército. Sin embargo, reconozco que para estar en un combate en el monte se necesitan más cojones y, si me dan miedo los ratones, no me imagino cómo saldría a correr si se me apareciera uno de esos ‘roedores’ armados que vemos a diario por la televisión.

Años después me dejé llevar por mi pasión por la radio, las nuevas tecnologías y los medios de comunicación, y comencé a estudiar comunicación social y periodismo. En 2008 busqué mis prácticas en un buen medio y llegué a la Casa Editorial El Tiempo, en donde, un poco frustrado por no cubrir temas de tecnología que siempre me han fascinado, fui periodista en el área de Responsabilidad Social Empresarial y publicaba en medios como Portafolio, el diario Hoy, ADN, Citytv, Eltiempo.com y El Tiempo impreso.

A finales de 2009 ingresé a Portafolio.com.co y cubrí temas de economía, responsabilidad social y, por fin, tecnología. De esta última, para hablar y escribir tengo mucho, y espero que mis contenidos escritos y multimedia sean útiles para que aprendan y se informen sobre este apasionante universo.

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