El metaverso. Esa palabra, que en menos de un año aparece a diario en titulares, está quitándole la paz a varios trabajadores de Meta, según varios testimonios recogidos por Business Insider. Y es que a pesar de que desde el inicio del mega proyecto había quedado claro que ese universo virtual que se postula a ser «el futuro de las interacciones por Internet» no estaría listo antes de una década, la obsesión de Mark Zuckerberg por acelerar el tiempo y los procesos, están dejando más confusión que cualquier otra cosa en sus empleados. Estos, según el medio, aseguran que la presión por sacar adelante la idea futurista del creador de Facebook, les está generando frustración y ansiedad.
De acuerdo a las opiniones que el medio registró, la sensación de desorden en Meta reina. Pues hay casos en los que ni siquiera se tiene claridad de qué papel les corresponde desempeñar a varios cargos de la compañía. Tanto así que uno de los colaboradores de Meta entrevistados aseguró que la empresa está fomentando la desorganización, pues «la gente no tiene todavía claro qué tienen que entregar o en qué tienen que trabajar porque todavía no hay una estrategia coherente».
Pese a las quejas que, además de señalar el abusivo bombardeo de mensajes a diario, o la configuración de equipos sin funciones delineadas claramente, también se refieren al estrés que puede generar «el entusiasmo» de Zuckerberg por llevar a cabo un proyecto que «aún no se puede ni mirar, ni tocar, ni usar», un vocero de Meta quiso enfriar los ánimos de las declaraciones, asegurando que la confusión era normal, pues en el proceso de terminar de definir estrategias y roles está involucrado todo el mundo.
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El metaverso no es un proyecto sencillo y requerirá de un ambiente propicio para su creación, pues de realizarse tal cual lo imagina Zuckerberg, sin duda estamos hablando de un invento revolucionario. Lo cierto es que la existencia del metaverso depende de la destreza de los desarrolladores, de sus ideas, de su criterio y de su talento: un cóctel que requiere de una cultura que se preocupe por su salud mental, pues de esta depende que la construcción de ese universo virtual sea tan atractivo y eficiente como Meta se lo propone.
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