El Moto Z fue la apuesta de gama alta de Lenovo para 2016. A diferencia de otros equipos, este tiene accesorios modulares que le permiten a los usuarios un gran nivel de personalización. Estos Moto Mods incluyen una batería, altavoces, una cámara con zoom y un picoproyector. Si bien existen otros equipos como el LG G5 que también tienen una especie de módulos, los Moto Mods se pueden poner en el equipo sin necesidad de apagarlo.
El Moto Z tiene una pantalla de 5,5 pulgadas con resolución QHD (2.560 por 1.440 píxeles), procesador Snapdragon 820, 4 GB de RAM y 64 GB con soporte para microSD, es decir, las especificaciones mínimas de un equipo de gama alta en 2016. El smartphone, además, es uno de los más delgados del mercado, pues solo cuenta con 5,2 milímetros de grosor. Esta delgadez le da ventajas frente a los Moto Mods que son bastante abultados, pero le quita en dos elementos: no tiene conector de audífonos de 3,5 mm y tiene una batería que se puede quedar pequeña para el equipo.
En cuanto a las cámaras, el Moto Z trae un módulo de 13 megapíxeles con estabilizador óptico de imagen en la parte trasera y una cámara de 5 megapíxeles en la parte frontal.
El Moto Z, si bien no es un equipo que se destaca frente a la competencia pues existen mejores cámaras y autonomías en el mercado, trajo un concepto refrescante al mundo de los móviles. Además, es de los primeros equipos que comenzó a recibir Nougat, después de los Nexus, si hablamos de los equipos que no traen la más reciente versión de Android instalada de fábrica.
Por otro lado, los Moto Mods son una apuesta a largo plazo de Lenovo y se espera que estos funcionen con las tres generaciones futuras del dispositivo. Además, la compañía está intentando que más personas desarrollen propuestas de Moto Mods para darle mayor número de súperpoderes al equipo. Por ejemplo, se espera que la compañía dé al equipo funcionalidades de Project Tango y su realidad aumentada a través de uno de los módulos.
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Imágenes: ENTER.CO.
