Cuidar a una persona de la tercera edad puede ser una tarea complicada. Realizar esta actividad requiere paciencia y conocimientos, en caso de que enfrente una enfermedad importante. Además, puede que tengas la intención de hacerlo, pero tu trabajo o estudios te lo impiden. Esta problemática la detectó un colombiano y creó Dame una mano, el emprendimiento que te permite contratar a un profesional en enfermería para que te reemplace.
¿Cómo funciona Dame una Mano?
Los turnos de los enfermeros pueden ser de 8, 12 y 24 horas. Los servicios pueden ser contratados por días u obtener una afiliación a un plan semanal o mensual. Después seleccionas la hora de inicio del servicio. Debes tener en cuenta que las enfermeras pueden iniciar desde las 6, 7 u 8 de la mañana o de la noche, según tu preferencia.
Automáticamente la herramienta te mostrará el costo del servicio, aceptas y recibes un correo electrónico de confirmación. Debes pagar los servicios por adelantado por medio de una consignación, transferencia electrónica o pagando en línea. En caso de no usar todo el plan adquirido, Dame una Mano te regresa el dinero de los días restantes.
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También puedes obtener servicios urgentes e inmediatos con respuesta menor sin importar la hora del día. Estos servicios contemplan acompañamiento a hospitales, a hogar o cambio y limpieza de dispositivos móviles.
El comienzo de todo
Daniel López es ingeniero industrial con maestría en negocios y servicios. Gracias a ella, este emprendedor colombiano pudo centrar su aprendizaje en el desarrollo de nuevos productos y servicios que solucionen los problemas de las personas. Durante su pregrado, Daniel era muy hábil con la tecnología arreglando computadores. Diferentes personas de la tercera edad cercana a su familia lo llamaban para que los ayudara restaurando un computador o reparando su equipo de sonido.
En ese momento se dio cuenta de que los hogares tenían una lista de necesidades internas por atender. Pero las personas estaban desprotegidas porque la informalidad en servicios como carpintería, plomería y electricistas no les brindaban las garantías para abrirles las puertas. «Comencé a desarrollar más la idea hasta el punto de que mi tesis de grado se centró en estos servicios generales. El problema era que la idea era demasiado global y no tenía un foco claro. Después de investigar más me di cuenta de que la mayor necesidad se centraba en el acompañamiento y cuidado de adultos mayores», explicó.
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Con el paso del tiempo y mientras trabajaba en otras empresas, Daniel siguió estructurando su idea de negocio. En un momento tomó la decisión de dedicarse el 100% del tiempo a emprender y así fue como comenzó a estructurar Dame una Mano.
Incertidumbre, la ‘enfermedad’ que no se va
Cuando Daniel contempló la idea de emprender estaba recién graduado de su carrera como ingeniero industrial. En ese entonces la incertidumbre le impedía tomar la decisión de iniciar su propia empresa. Para él, no saber qué pasaría o cuál era la forma correcta de actuar no lo dejaba dar el siguiente paso. «La maestría fue la que me ayudó a aterrizar y encontrar las herramientas para convertirme en un emprendedor que se mejora continuamente», detalló.
Por ahora, este emprendedor espera cerrar a final de año una ronda de inversión de 150 mil dólares. Con este capital buscan mejorar el equipo de desarrollo para brindar un mejor servicio. Además, les permitirá tener un piso financiero para formalizar más el servicio de enfermería en sus condiciones de trabajo.
Imagen: Dragana991 (vía iStock).
