Mac contra PC: no es un asunto religioso

En días pasados me causó bastante curiosidad leer una columna en la revista de una aerolínea, en la que la autora hablaba, palabras más, palabras menos, de un botadero en el que tenía varios computadores Macintosh que había tenido que dejar de usar porque se les saltaban las teclas y no recuerdo qué otro tipo de males.
 
Primera noticia. En la guerra entre equipos Macintosh y PC que usan Windows (de los que antes se llamaban compatibles con IBM) había oído muchos argumentos de una y otra parte, pero jamás había oído mencionar la mala calidad de los equipos Macintosh.
 
La columnista, incluso, se refería a una especie de cementerio de iPods en el que descansaban los restos de sus reproductores musicales, que habían ido pereciendo poco a poco por diferentes motivos.
 
Al final, llegaba a la conclusión de que la gente que compraba equipos de Apple (incluido el iPod) lo hacía más por el prestigio de la marca…

No soy usuario de Macintosh, pero por favor, necesito que alguna otra persona me diga si lo que escribió esta columnista es cierto, porque realmente me resisto a creerlo.
 
No soy usuario de Macintosh por varios motivos: cuando compré mi primer computador era mucho más económico adquirir un PC compatible que embarcarse en la aventura de Steve Jobs, especialmente aquí en Colombia.
 
Entonces (y creo que también ahora) era mucho más fácil y económico conseguir software y partes para los equipos compatibles. De hecho, se podían armar equipos compatibles… todavía se pueden armar y muy poderosos.
 
Ahora bien, me parecía excelente que algunas personas tuvieran el presupuesto y el conocimiento para adquirir un computador Apple, me parece excelente que lo sigan haciendo. Son equipos muy bonitos y muy capaces.
 
De hecho, me parece que esa tonta guerra entre un sistema y otro (Apple contra PC) es un asunto al que le han dado unos matices de confrontación religiosa que van más allá de las verdaderas razones por las que unos y otros dicen que su opción es la mejor.
 
Gracias a mi trabajo he tenido que ver con ambos sistemas, y he visto Macintosh bloquearse, igual que PC con Windows. Sin embargo, a partir de XP siento que el software de Microsoft es mucho más estable. Y no por eso pienso que los Mac son dignos de crítica. Son máquinas, a veces se bloquean, qué le vamos a hacer.
 
No digo nada con respecto a Windows Vista, porque no lo he usado, pero sí puedo decir que el tema de que «Windows es una copia del sistema Mac» tampoco debería ser causa de enfrentamientos. ¿Y qué si es una copia? Desde que no se esté violando ninguna ley y la copia esté bien hecha, pues dejen que quienes trabajamos en ella lo hagamos a gusto.
 
Al fin y al cabo, si uno se pone a mirar a la otra gran cultura del mundo informático, los correligionarios de Linux, pues parte de sus progresos están determinados por el hecho de que el sistema se parezca a Windows (en su interfaz).
 
Al respecto, puedo decir que me gocé la columna de Javier Méndez del pasado mes de septiembre, en la que decía que los usuarios de Linux sufren episodios de negación cuando no son capaces de reconocer que su sistema es difícil de usar para una persona común y corriente.
 
Él pudo decir y sustentar algo que yo siempre quise manifestar, desde una vez que un amigo, ingeniero de sistemas, trató de instalar Linux en un computador de la empresa y fracasó con todo éxito. Y era ingeniero de sistemas. Por eso nunca he entendido que en algunos locales le vendan a la gente equipos con Linux.
 
Al final de cuentas, creo que no es algo tan sencillo como la guerra entre la Coca Cola y la Pepsi, pero me parece que sí son guerras en las que lo que más importa al final es el gusto de las personas.
 
Hoy día, me atrevería a asegurar que un Macintosh y un PC con Windows pueden hacer exactamente lo mismo, como para que las aplicaciones que se le vayan a dar al sistema sean un factor determinante.
 
Y sí, coincido con la columnista de la revista del avión en que tener un equipo de Apple quizás sea una mayor muestra de prestigio: yo tengo un iPod y miro feo a los que tienen reproductores de música de otras marcas. Pero de ahí a que ese sea el único motivo para mantener un cementerio de equipos de mala calidad… no creo.

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