WOM decidió hacer una apuesta total por la simplicidad; desde hoy, elimina todos sus planes pospago y ofrece solo uno: $29.900 por datos, llamadas y mensajes ilimitados. Sin letras pequeñas, sin vigencias ocultas, sin condiciones cambiantes. Una sola tarifa, fija y para todos.
La empresa afirma que no se trata de una promoción, sino de un modelo permanente. Busca responder al descontento del mercado con ofertas engañosas y operadores que priorizan las ganancias sobre la claridad. Su promesa es democratizar el acceso móvil en Colombia, partiendo desde el precio.
Los usuarios actuales serán migrados automáticamente al nuevo plan, sin cargos adicionales. La compañía aseguró que no habrá deterioro en el servicio y que próximamente se anunciarán beneficios adicionales. La oferta ya está disponible para todo el país, como parte de una estrategia para recuperar confianza y crecer en participación.
¿Puede WOM sostener esta oferta con su infraestructura actual?
Hoy WOM cuenta con más de 4.800 antenas desplegadas en Colombia, una cifra considerable si se tiene en cuenta que ingresó al país en 2021. En contraste, Claro, el operador dominante, tiene más de 10.000 antenas, con décadas de operación e inversión acumulada. La diferencia refleja la brecha estructural que existe entre un retador emergente y un líder consolidado.
Sin embargo, en el mercado colombiano existe un mecanismo que nivela parcialmente esa diferencia; el roaming nacional. Este sistema obliga a los operadores a prestar acceso a sus redes donde un competidor no tiene cobertura propia. Gracias a esto, WOM puede ofrecer conectividad incluso en zonas donde no tiene infraestructura directa.
Eso no significa que el reto esté superado. Alcanzar el 20 % de participación de mercado, la meta que se ha fijado la compañía para asegurar la sostenibilidad de su modelo, requiere más que compartir redes. Implica invertir en su propia cobertura para reducir costos operativos, mejorar calidad y asegurar independencia tecnológica.
WOM ya anunció que invertirá en infraestructura en los próximos tres a cinco años. Planea desplegar nuevas antenas, ampliar presencia en zonas rurales y empezar su despliegue de 5G. En ese camino, su ventaja es haber construido una red moderna desde cero, sin depender de tecnologías legadas ni plataformas obsoletas.
Competencia con Claro y Tigo, y la presión por sobrevivir
Más allá de lo técnico, el nuevo plan también busca posicionar políticamente a WOM como un actor clave en el debate sobre la concentración del mercado. Con la fusión entre Tigo y Movistar en evaluación, la compañía insiste en que se necesitan al menos tres operadores fuertes para preservar la competencia.
WOM ha solicitado que la Superintendencia de Industria y Comercio imponga condicionamientos serios si aprueba dicha unión. El temor es claro: un duopolio consolidado podría marginar a operadores emergentes, dificultando que ofertas disruptivas como esta sobrevivan.
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En ese sentido, la infraestructura no solo es un tema técnico, sino una herramienta de poder. Tener red propia implica independencia, pero también capacidad de negociación frente a los gigantes. WOM avanza, pero aún está lejos de equipararse con Claro, cuya cobertura y experiencia siguen siendo la vara con la que se mide todo en el sector.
Aun así, WOM defiende su modelo, eficiencia operativa, cero gasto excesivo en publicidad, y reinversión directa en servicio. Asegura que el plan ilimitado es sostenible sin subsidios, y que pueden generar ingresos sólidos si alcanzan una masa crítica de usuarios.
¿Puede un operador con la mitad de antenas competir contra un gigante con red nacional? Con regulación justa, inversiones constantes y una oferta clara, WOM cree que sí. Si logra mantener calidad, ampliar cobertura y cumplir sus promesas, podría consolidarse como el operador que le devolvió al usuario el control sobre su conectividad.
Imagen: Archivo ENTER.CO