La Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el proyecto de ley “Átomos para la vida” (ley nuclear), una iniciativa que busca establecer por primera vez en Colombia un marco normativo para el uso de tecnologías nucleares y radiaciones ionizantes, con énfasis en fines médicos, científicos y agrícolas.
El proyecto, presentado con respaldo multipartidista y ponencia de la representante María del Mar Pizarro, plantea la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Nuclear (ANSN), un ente técnico y autónomo que será responsable de autorizar, vigilar y sancionar todas las actividades que involucren materiales nucleares o radiactivos en el país.
La ANSN se encargaría, además, de garantizar que cualquier uso de esta tecnología cumpla con estándares internacionales de seguridad y se limite a fines exclusivamente pacíficos, en concordancia con tratados como el TNP y el Tratado de Tlatelolco, firmados por Colombia.
Aunque el proyecto ya superó su primer debate, aún le resta un largo camino en el Congreso. Debe pasar a la plenaria de la Cámara de Representantes y posteriormente a las comisiones y plenaria del Senado, antes de convertirse en ley de la República. Su avance en comisión, sin embargo, marca un hito en la discusión sobre el desarrollo de capacidades nucleares en el país bajo criterios de control civil y estatal.
¿Cuál es el objetivo de la ley?
Uno de los objetivos principales del texto legislativo es habilitar el uso de radiofármacos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer, así como establecer condiciones para su importación, uso, almacenamiento y eliminación de residuos, bajo estricta supervisión. La ausencia de una regulación específica ha limitado hasta ahora el acceso a este tipo de tecnologías en el sistema de salud colombiano.
El proyecto también contempla aplicaciones en la agricultura, como el uso de radiación para conservar alimentos y mejorar cultivos, y abre espacio al desarrollo de investigación científica con apoyo internacional. Según lo aprobado, la futura ANSN podrá emitir licencias, realizar inspecciones, aplicar sanciones y promover políticas de formación y divulgación sobre el uso seguro de la tecnología nuclear.
La ley incluye disposiciones expresas para proteger a trabajadores expuestos a radiación, así como medidas para evitar el uso indebido de materiales radiactivos, con protocolos de ciberseguridad y control físico. También prevé un sistema de respuesta ante emergencias nucleares o radiológicas, con participación coordinada de otras entidades del Estado.
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En el articulado se establece de forma explícita que ningún material nuclear en Colombia podrá destinarse a la fabricación o desarrollo de armas. Se trata de una ratificación del principio de uso exclusivamente pacífico, como lo exige la normativa internacional.
Para su implementación, el Gobierno Nacional deberá estructurar la planta de personal, asignar presupuesto y definir el funcionamiento de la ANSN, en caso de que el proyecto se convierta en ley. Esta agencia tendría sede en Bogotá y contaría con autonomía técnica, financiera y administrativa.
Con la aprobación inicial del proyecto en Comisión, Colombia se suma al debate global sobre el aprovechamiento seguro y controlado de la energía nuclear. Si el Congreso le da luz verde en los próximos debates, el país podría contar por primera vez con una legislación integral en la materia, capaz de abrir nuevas oportunidades científicas y médicas, sin perder de vista la protección de la ciudadanía y el ambiente.
Imagen: distelAPPArath