IVA a los híbridos: el Gobierno busca más recaudo y equidad en la transición energética

carros eléctricos

La nueva propuesta de Ley de Financiamiento abre un debate que toca de frente a los colombianos; el futuro de los impuestos a los vehículos, en especial los híbridos. La discusión no se limita a cuánto recauda el Estado, también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad fiscal, la transición energética y la equidad social.

Hoy los híbridos pagan un IVA reducido del 5 por ciento, mientras los de combustión tradicional están gravados con el 19 por ciento. Ese beneficio nació para estimular la movilidad más limpia, pero el Gobierno plantea eliminarlo y aplicar la tarifa general. De acuerdo con el documento de exposición de motivos, la decisión busca fortalecer el recaudo en medio de un déficit estructural y evitar que una tecnología intermedia, que todavía depende de combustibles fósiles, se consolide como la alternativa dominante.

¿Un incentivo que favorece a los más ricos?

Sobre esto, el Ministerio de Hacienda señala que el IVA es la principal fuente de gasto tributario en Colombia y que, en 2023, las exenciones y exclusiones ligadas a este impuesto representaron más de 88 billones de pesos. Buena parte de esa pérdida fiscal proviene de beneficios como el IVA reducido para los vehículos híbridos. Mantenerlos, según la cartera, significa menos recursos para financiar inversión social y proyectos estratégicos.

El Gobierno también advierte un problema de equidad. De acuerdo con el documento, quienes compran híbridos son, en su mayoría, familias de mayores ingresos que sí pueden acceder a un vehículo nuevo. La reducción en la tarifa termina siendo un subsidio regresivo que favorece a los hogares más acomodados y deja por fuera a los de ingresos medios y bajos. En otras palabras, el alivio fiscal no estaría ayudando a democratizar la movilidad sostenible, sino a abaratarle el costo a quienes ya tienen capacidad de compra.

Las cifras presentadas respaldan esta preocupación. En 2024 se vendieron más de 42 mil híbridos frente a apenas 9 mil eléctricos. En lo corrido de 2025 la tendencia continúa: por cada vehículo eléctrico comercializado, se venden más de tres híbridos. Para el Gobierno, esto demuestra que los incentivos tributarios consolidaron a los híbridos como la opción preferida, relegando al carro eléctrico —la verdadera apuesta para alcanzar un transporte de cero emisiones— a un lugar marginal.

Además, el Ministerio de Hacienda enfatiza que este tipo de beneficios tributarios generan distorsiones en el mercado. La medida, en su origen, buscaba preparar la transición hacia tecnologías más limpias, pero terminó consolidando un escenario en el que las familias con más recursos aprovechan un incentivo fiscal costoso para el Estado y de bajo impacto ambiental real.

Una transición que aún necesita condiciones reales

Gravar a los híbridos con la tarifa general de IVA podría equilibrar el mercado y motivar a los compradores con capacidad de pago a inclinarse por autos eléctricos. Según estimaciones de la DIAN, la medida permitiría recaudar alrededor de 146 mil millones de pesos en 2026, recursos que se destinarían a proyectos de energía renovable y movilidad sostenible.

Pero el escenario no está libre de riesgos. El propio documento reconoce que un aumento súbito en los precios de los híbridos podría frenar la renovación del parque automotor y prolongar la circulación de vehículos viejos y altamente contaminantes. También advierte que la infraestructura de carga eléctrica en Colombia sigue siendo limitada. La pregunta que queda abierta es si la clase media encontrará opciones reales para dar el salto hacia tecnologías de cero emisiones o si la decisión solo afectará a quienes hoy logran comprar un híbrido.

Más allá de los vehículos, el proyecto también propone ajustes al IVA en combustibles y biocombustibles. El Gobierno señala que la meta es desmontar tratamientos diferenciales que reducen el recaudo y perpetúan distorsiones. En el caso de la gasolina y el diésel, el aumento sería gradual para evitar choques en sectores productivos, aunque la intención es acercar la carga tributaria al promedio regional y reflejar mejor los costos ambientales de su consumo.

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El documento advierte que estas medidas podrían tener un impacto inflacionario transitorio de hasta 0,44 puntos porcentuales en 2026, aunque afectaría en mayor medida a los hogares de ingresos altos y medios. Para los hogares más pobres, el efecto sería limitado debido a la baja participación de combustibles y vehículos en su canasta de consumo. En otras palabras, la carga del ajuste recaería sobre quienes más demandan estos bienes y servicios.

El debate sobre el IVA a los vehículos sintetiza el dilema de fondo: cómo recaudar más sin frenar la innovación ni afectar el bolsillo de los ciudadanos. Eliminar el beneficio a los híbridos puede ser, según el Ministerio de Hacienda, un paso hacia un sistema tributario más justo y hacia una movilidad sostenible. Sin embargo, si no se acompaña de medidas que faciliten el acceso masivo a los eléctricos, existe el riesgo de que se convierta en una estrategia de caja con poco impacto real en la transición energética.

Imagen: Archivo ENTER.CO

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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