Amazon acaba de presentar la nueva generación de sus dispositivos Echo, una línea pensada desde cero para aprovechar al máximo Alexa+, su asistente virtual con inteligencia artificial generativa. Los nuevos Echo Dot Max, Echo Studio, Echo Show 8 y Echo Show 11 llegan con chips diseñados a medida, sensores avanzados y mejoras en audio e imagen que buscan marcar una diferencia frente a las versiones anteriores.
La compañía asegura que se trata de sus dispositivos más avanzados hasta ahora, capaces de ofrecer interacciones más rápidas, respuestas más personalizadas y experiencias más proactivas. Pero la pregunta es si estas novedades representan una verdadera evolución o si solo estamos frente a un refinamiento de lo ya conocido.
Chips a medida y sensores Omnisense
El corazón de esta actualización son los procesadores AZ3 y AZ3 Pro, fabricados especialmente para ejecutar modelos de IA directamente en los dispositivos. Esto reduce la dependencia de la nube, mejora la velocidad de respuesta y permite que Alexa+ interprete comandos más complejos de forma local. Un avance relevante frente a generaciones anteriores, aunque difícil de medir para el usuario promedio en el día a día.
A la potencia de cómputo se suma la tecnología Omnisense, una plataforma de sensores que combina cámara, radar, ultrasonido y audio. Con ello, los Echo pueden detectar movimientos, reconocer quién entra en la habitación y hasta enviar alertas si la puerta del garaje quedó abierta. La promesa es un asistente más consciente del entorno, aunque el costo es un nivel mayor de vigilancia en el hogar, un punto que puede incomodar a usuarios sensibles a temas de privacidad.
Audio mejorado y pantallas con más vida
El nuevo Echo Dot Max es quizá el salto más evidente: incorpora dos altavoces con un rediseño que duplica la potencia de graves frente al modelo de quinta generación. Es un dispositivo pequeño con un sonido más robusto, que se ofrece a un precio de 99 dólares. El Echo Studio, en cambio, apunta a quienes buscan una experiencia de cine en casa, con audio espacial y soporte para Dolby Atmos en un cuerpo más compacto y estilizado.
En las pantallas, los Echo Show 8 y Echo Show 11 estrenan paneles de mayor ángulo de visión, cámara de 13 megapíxeles y un sistema de sonido frontal que mejora la calidad respecto a versiones anteriores. También incluyen funciones nuevas para la organización familiar, compras integradas y seguimiento de salud, reforzando la idea de que Alexa quiere ser el centro del hogar conectado.
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Más allá del diseño renovado y las mejoras técnicas, la verdadera apuesta está en convertir a Alexa+ en un asistente capaz de anticiparse: sugerir acciones, coordinar rutinas y hasta hacer recomendaciones personalizadas. Es un enfoque que amplía las posibilidades de uso, pero que también enfrenta el reto de demostrar un valor diferencial frente a lo que ya ofrecían los Echo de 2023 o 2024.
Con esta nueva línea, Amazon no solo refuerza su portafolio de altavoces y pantallas inteligentes, también busca posicionar a Alexa+ como pieza clave en la batalla de la inteligencia artificial para el hogar. La compañía asegura que con los nuevos chips y sensores, sus dispositivos podrán ofrecer experiencias ambientales más útiles y naturales.
Los Echo Dot Max y Echo Studio estarán disponibles el 29 de octubre, mientras que los Echo Show 8 y Echo Show 11 llegarán el 12 de noviembre. Todos se podrán reservar desde ya con acceso anticipado a Alexa+.
Imagen: Amazon