Brecha digital: tal vez las cifras sí mienten¿

 Dicen que la brecha digital se está cerrando. Personalmente, no estoy muy convencido de que eso sea cierto, entre otras cosas porque los últimos informes en que he leído esa afirmación se basan casi exclusivamente en análisis cuantitativos para llegar a tal conclusión.

El más reciente fue publicado hace poco menos de un mes por la Economist Intelligence Unit de The Economist, pero la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, www.unctad.org) ya había comenzado a destacar la reducción de las diferencias desde el año pasado.

Yo creo que la cantidad de usuarios de algo, lo que sea, es un indicador que sirve como apoyo para un análisis, pero no es un parámetro concluyente para hacer una afirmación sobre un fenómeno en el que la calidad es un factor vital.

Entre las múltiples definiciones de ¿brecha digital¿ que existen, creo que una de las más simples y con más sentido es la que publica la organización Digital Divide en su sitio web (www.digitaldivide.org): ¿Es la brecha entre aquellos que son capaces de beneficiarse con la tecnología digital y aquellos que no¿. Esto confirma que el asunto no se limita a cuántas personas usan la tecnología, sino a cuánto provecho sacan de ella. Y en eso coinciden la mayoría de estudiosos del tema.

Por eso no creo que el hecho de que en Colombia tengamos 24 millones de usuarios de telefonía celular, por ejemplo, signifique que el acceso a esta tecnología esté distribuido uniformemente entre los diferentes sectores de la población y que eso cierre las distancias entre los más pudientes y los menos favorecidos.

Conozco personas que tienen de a tres teléfonos celulares (uno por operador) y hasta un trunking. Y conozco gente que puede hablar basura horas enteras por celular, mientras otra que realmente necesita el servicio no puede costearlo¿ ¿de qué manera pueden ser ellas un indicador válido de que la brecha digital se está cerrando?

En Bogotá no cabe un carro más, pero eso no significa que el problema del transporte en la ciudad esté resuelto. Al contrario, las horas pico se acabaron y las calles permanecen llenas en cualquier momento del día, de manera que el caos es cada vez mayor. Y sinceramente no creo que la sobrepoblación vehicular sea un indicio de que la gente con menos recursos haya podido comprar su carrito; al contrario, lo que sucede es que la gente con más recursos tiene de a dos (o más), así sea para evitar el pico y placa.

La brecha digital tampoco se puede cerrar mientras que los computadores de bajo costo tengan configuraciones poco competitivas y software con limitaciones, que seguramente los harán obsoletos en menos de la mitad del tiempo que los PC estándar que se consiguen en el mercado.

Y ni qué decir del acceso a Internet, un factor de medición en el que Colombia ni siquiera está bien cuantitativamente, pues la penetración apenas supera el 10 por ciento (unos cuatro millones de usuarios), según cifras de la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones.

El problema del hambre en el mundo no se soluciona repartiendo comida, si esta no tiene los nutrientes necesarios para garantizar la supervivencia de quienes la consumen; mucho menos, repartiendo cubiertos y vajillas.

Lo mismo sucede con la brecha digital: bien por las entidades que promueven la difusión y buen uso de la tecnología en Colombia y en el mundo (que no son pocas y hacen una labor importante), pero más computadores, más teléfonos celulares o más cuentas de acceso a Internet no significan necesariamente una mejor distribución y un mejor aprovechamiento de estos recursos.

En eso también hay que trabajar y eso es lo que deberían medir las entidades que se preocupan por el tamaño de la brecha digital¿ Un 90-60-90 no hace perfecta a una mujer¿

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