LG llegará al CES 2026 con una apuesta que busca reposicionar al televisor LCD en el segmento más alto del mercado. El LG Micro RGB evo no se presenta como una evolución incremental, sino como un cambio técnico que intenta cerrar la brecha histórica entre el LCD tradicional y la precisión visual que durante años ha distinguido al OLED.
La diferencia comienza en la retroiluminación. A diferencia de los MiniLED convencionales, que dependen de luz blanca filtrada por capas de color, el Micro RGB evo utiliza LED RGB individuales de tamaño microscópico. Cada punto de luz emite directamente rojo, verde y azul, lo que reduce pérdidas, mejora la saturación y permite un control cromático mucho más fino. Es una solución pensada para resolver uno de los límites más evidentes del LCD cuando se exige alto brillo sin sacrificar fidelidad.
Ese enfoque se refleja en uno de sus datos más relevantes. El televisor alcanza una cobertura certificada del 100 % de los espacios de color BT.2020, DCI-P3 y Adobe RGB, validada por Intertek. No es una cifra habitual en televisores de consumo y lo sitúa en un terreno que suele estar reservado a monitores profesionales, cine HDR y flujos de trabajo donde el color no admite desviaciones.
El procesamiento de imagen cumple un rol decisivo. El α11 AI Processor Gen 3 hereda parte del conocimiento que LG ha desarrollado durante más de una década en OLED. El sistema Dual AI Engine permite aplicar dos procesos de escalado simultáneos y ajustar imagen y contraste en tiempo real, con el objetivo de mantener una apariencia natural incluso en contenidos de baja resolución. La intención no es exagerar la imagen, sino equilibrarla.
Te puede interesar: ¿Qué necesita hoy un televisor para aprovechar PlayStation 5, Xbox Series X y gaming en la nube?
En términos de contraste, el Micro Dimming Ultra gestiona más de mil zonas de atenuación. Aunque no llega al control por píxel del OLED, sí logra negros más profundos y una mejor separación de luces y sombras frente a otros LCD de gran formato. Este punto es especialmente relevante en tamaños de 75, 86 y 100 pulgadas, donde cualquier imperfección se hace más visible.
La experiencia se completa con webOS y su ecosistema de personalización. Funciones como Voice ID, asistentes de imagen y sonido, búsqueda inteligente y una pantalla de inicio ajustada al usuario refuerzan la idea de un televisor pensado para el uso diario, no solo para demostrar capacidades técnicas.
La pregunta inevitable es si tiene rivales. Samsung con Neo QLED y Sony con sus Mini LED avanzados siguen siendo referentes en brillo y procesamiento, pero ninguno ofrece actualmente una implementación RGB con cobertura total certificada de BT.2020. El competidor más directo sigue siendo el OLED, incluso dentro del propio catálogo de LG, sobre todo para quienes priorizan negros absolutos.
El LG Micro RGB evo no intenta reemplazar al OLED. Su apuesta va por otro camino, pantallas muy grandes, alto brillo y precisión cromática extrema en un LCD que quiere dejar de ser una alternativa secundaria. En ese equilibrio, LG propone uno de los movimientos más ambiciosos del mercado de televisores para 2026.