Apple sorprendió al presentar el iPhone Air, el teléfono más delgado de su historia, con apenas 5,6 mm de grosor y un peso de 165 gramos. Es un dispositivo que impacta a primera vista por su ligereza y estética, diseñado para llamar la atención en un mercado saturado de móviles que parecen cada vez más grandes y pesados.
El Air no es un experimento básico, pues integra el potente chip A19 Pro, acompañado de 12 GB de RAM y un almacenamiento base de 256 GB. La pantalla OLED de 6,5 pulgadas alcanza hasta 120 Hz de refresco y brilla con 3.000 nits, una cifra que asegura visibilidad en exteriores y fluidez en todo tipo de aplicaciones.
También ofrece conectividad de última generación, como Wi-Fi 7 y Bluetooth 6, además de un chasis de titanio resistente y ligero. A nivel de diseño, Apple cumple con su promesa: es un iPhone futurista, cómodo de sostener y con acabados premium que transmiten exclusividad en cada detalle.
Sin embargo, la delgadez extrema tiene un costo. El primer recorte aparece en el sistema de cámaras: el iPhone Air solo tiene un sensor trasero de 48 MP. Esto implica renunciar al ultra gran angular, al teleobjetivo real y a funciones como el modo cinemático o el video espacial, que requieren múltiples lentes para funcionar.
En fotografía y video, las diferencias con los modelos Pro son notorias. Mientras el iPhone 17 Pro ofrece versatilidad para creadores de contenido, el Air se queda corto en escenarios como retratos, zoom óptico o tomas panorámicas. Para un teléfono que supera los cinco millones de pesos en Colombia, esa limitación resulta difícil de justificar.
La batería también evidencia los sacrificios. Su capacidad de 3.149 mAh está por debajo de los más de 4.200 mAh que tienen sus hermanos mayores. En el día a día esto significa menos horas de autonomía, sobre todo para quienes usan intensivamente redes sociales, juegos o grabación de video.
La carga rápida no compensa esta debilidad. Mientras los modelos Pro soportan hasta 40 W, el Air se limita a 20 W, lo que se traduce en tiempos más largos conectados al cargador. Apple ofrece un accesorio MagSafe para extender la duración, pero eso implica un costo adicional para un equipo ya costoso.
El puerto USB-C es otra decepción. En lugar de ofrecer velocidades rápidas con estándar USB 3, el Air funciona con USB 2.0, limitado a 480 Mbps. Para quienes transfieren fotos o videos de gran tamaño, este detalle significa perder minutos valiosos y depender más de soluciones inalámbricas.
Te puede interesar: iPhone 17: ¿para qué sirven la cámara de vapor y el Genlok en el nuevo modelo?
Incluso en el apartado de audio se notan recortes. Aunque su diseño simula doble salida, el iPhone Air solo ofrece sonido mono. Para disfrutar de estéreo será necesario usar audífonos o un parlante externo. En un dispositivo premium, estas decisiones se sienten como pasos atrás.
En cuanto al precio, la situación es compleja. En Estados Unidos parte en 999 dólares, pero en Colombia, con impuestos y distribución, puede superar los $5,5 millones de pesos. Es una cifra alta si se tiene en cuenta que por un monto similar se accede al iPhone 17 Pro, que incluye mejor batería, cámaras avanzadas, carga más rápida y puerto USB 3.
Entonces, ¿para quién vale la pena? El iPhone Air está dirigido a quienes priorizan la estética, la portabilidad y la ligereza por encima de cualquier otra característica. Es ideal para quienes buscan un objeto de diseño exclusivo, no tanto para quienes necesitan un dispositivo versátil para fotografía o productividad.
La conclusión es clara: el iPhone Air es un capricho tecnológico. Sorprende por su diseño ultradelgado y rendimiento suficiente para el día a día, pero exige aceptar sacrificios en batería, cámaras, audio y conectividad. Para la mayoría de usuarios, el iPhone Pro sigue siendo una compra más equilibrada.
Imagen: Montaje ENTER.CO