¿Para qué sirve realmente la pantalla trasera en los Xiaomi 17 Pro y 17 Pro Max?

Xiaomi presentó con sus modelos Xiaomi 17 Pro y Xiaomi 17 Pro Max una propuesta distinta: la inclusión de una pantalla trasera dinámica. Esta segunda pantalla no es un simple accesorio decorativo, sino un espacio diseñado para ampliar la interacción del usuario con el dispositivo. Su presencia abre nuevas posibilidades en personalización, productividad y entretenimiento.

La idea central es que esta pantalla no compita con la principal, sino que funcione como un complemento. Desde notificaciones rápidas hasta funciones creativas, permite que el usuario mantenga acceso a información esencial sin necesidad de desbloquear la pantalla frontal. El resultado es un cambio en la manera de relacionarse con el teléfono en el día a día.

Una de las aplicaciones más destacadas está en la personalización visual. Las imágenes de mascotas o retratos personales pueden transformarse mediante algoritmos de inteligencia artificial en fondos dinámicos que se muestran en la parte trasera. Esto permite que el dispositivo sea también un espacio expresivo que cambia según el contexto del usuario.

La compañía incorporó además un asistente virtual gráfico, en este caso el panda “Pangda”, capaz de reaccionar a gestos y acciones. Este tipo de interactividad convierte la pantalla secundaria en un recurso lúdico y cercano, pensado no solo para entretener, sino también para establecer una relación continua con el dispositivo.

¿Qué usos tiene la pantalla trasera?

Más allá de la personalización, la pantalla dinámica cumple un papel en la gestión de notificaciones. Permite visualizar mensajes, estados de vuelos, entregas de compras en línea o actualizaciones de transporte sin necesidad de acceder a la pantalla principal. Esto agiliza la interacción y disminuye la dependencia del desbloqueo constante.

Otro de los puntos fuertes es la fotografía. Gracias a la vista previa trasera, los usuarios pueden tomar selfies con las cámaras principales, que suelen ser de mayor calidad que las frontales. Se suma a ello la posibilidad de aplicar filtros, algoritmos de embellecimiento y efectos creativos que amplían la experiencia visual del dispositivo.

La pantalla también permite fijar accesos rápidos como códigos QR, horarios o recordatorios en formato de notas adhesivas. De esta forma, la parte trasera se convierte en un tablero práctico al alcance inmediato. Incluso puede mostrar emojis o elementos gráficos que funcionan como recordatorios visuales o simples elementos de expresión.

En el terreno del entretenimiento, la propuesta llega más lejos. Al cerrarse las pantallas principales, el teléfono adopta un modo consola portátil. Con una funda especial conectada por Bluetooth, el dispositivo se transforma en una experiencia de juego retro. Esto muestra cómo una pantalla secundaria puede tener un impacto más amplio del esperado.

En comparación con otras marcas, lo relevante es que se trata de un intento de consolidar la utilidad de una segunda pantalla. En el pasado se han visto experimentos de pantallas auxiliares, pero generalmente limitados a funciones mínimas. La propuesta de Xiaomi busca darle un rol integral dentro del uso cotidiano.

La inclusión de esta pantalla trasera plantea preguntas sobre la evolución del diseño móvil. Si logra consolidarse como herramienta útil y no como simple novedad, podría marcar un precedente en la manera en que interactuamos con los dispositivos. Su éxito dependerá de si los usuarios encuentran en ella un valor real y sostenido en el tiempo.

Imagen: Montaje ENTER.CO/XIAOMI

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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