Samsung presentó el Galaxy S25 FE como la opción más accesible de su serie insignia, con el objetivo de acercar la inteligencia artificial de Galaxy a un público más amplio. El dispositivo se convierte en una apuesta para quienes buscan probar funciones avanzadas sin pagar el costo de un modelo Ultra.
El lanzamiento llega en un momento en que la industria de los celulares se centra cada vez más en la IA. La competencia ya no se limita al hardware o al diseño, sino a quién ofrece los asistentes más útiles y seguros en la vida diaria. Con el S25 FE, Samsung plantea una fórmula que mezcla innovación, autonomía y diseño refinado.
Sobre los nuevos dispositivos podemos decir que el mayor atractivo del S25 FE está en su integración con One UI 8 y el ecosistema Galaxy AI. El dispositivo incorpora funciones multimodales que combinan voz, cámara y toques de pantalla para simplificar tareas comunes. Entre ellas se encuentran Gémini Live, que interpreta lo que el usuario enfoca con la cámara para dar respuestas contextuales, y Now Bar, que despliega información personalizada en la pantalla de bloqueo.
Circle to Search, desarrollado junto a Google, permite rodear un elemento en pantalla y obtener resultados inmediatos sin interrumpir el uso de otras aplicaciones. Estas herramientas buscan convertir al teléfono en un asistente intuitivo, capaz de adaptarse al ritmo de cada persona.
La privacidad sigue siendo un reto central en el despliegue de la IA, por su parte, Samsung intenta responder con KEEP, un sistema de almacenamiento cifrado que asegura que cada aplicación maneje únicamente su información. Esta propuesta refuerza la seguridad con el respaldo de Knox, consolidando la estrategia de la marca en un terreno donde los usuarios exigen mayor control sobre sus datos.
Fotografía, batería y diseño con sello Galaxy
El apartado fotográfico sigue siendo uno de los pilares de la experiencia. El S25 FE equipa un sensor principal de 50 megapíxeles acompañado por un ultra gran angular de 12 y un teleobjetivo de 8 con zoom óptico de tres aumentos. La cámara frontal mejora a 12 megapíxeles e integra el motor ProVisual Engine, que optimiza selfies y videollamadas con ayuda de IA.
Entre las funciones más llamativas están Generative Edit, que elimina objetos no deseados en segundos, Portrait Studio para crear avatares digitales y Audio Eraser, que reduce ruidos de fondo en los videos. La experiencia nocturna también se fortalece con un modo de bajo ruido y Super HDR en grabación, que mejora los contrastes y colores en cada cuadro.
La batería es otro de sus puntos fuertes, pues con 4.900 mAh y carga rápida por cable de 45 W, promete una autonomía de jornada completa sin dificultades. Además, la incorporación de una cámara de vapor un 10 por ciento más grande ayuda a controlar la temperatura durante el uso intensivo, algo especialmente relevante en tareas de edición o gaming.
El diseño mantiene la línea de la serie S25, con marcos de aluminio reforzado y pantalla Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas que alcanza hasta 120 Hz de refresco. Estará disponible en acabados como Icyblue, Jetblack, azul marino y blanco, apostando por un estilo sobrio pero versátil.
Ahora bien, más allá de sus especificaciones, el Galaxy S25 FE cumple un papel estratégico dentro de la oferta de Samsung. Al incluir siete años de actualizaciones de sistema y seguridad, la compañía se alinea con la demanda de los consumidores que esperan dispositivos con mayor vida útil.
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El teléfono también se posiciona como una entrada al ecosistema de accesorios Galaxy, con compatibilidad con los nuevos Buds3 FE y funciones de conectividad ampliadas. Además, Samsung anunció que incluirá seis meses del plan Google AI Pro, lo que abre el acceso a servicios como Gemini, Flow y NotebookLM.
En perspectiva, el S25 FE no pretende competir directamente con los modelos más avanzados, sino ofrecer un punto intermedio entre lo aspiracional y lo práctico. Representa una puerta de entrada al universo de Galaxy AI para quienes buscan probar las funciones más destacadas sin pagar el precio de un Ultra.
La incógnita será si logra diferenciarse lo suficiente frente a otros fabricantes que también apuestan por la inteligencia artificial en gamas medias y con precios más agresivos. Por ahora, Samsung parece confiar en que el respaldo de su ecosistema y la promesa de actualizaciones prolongadas inclinen la balanza a favor del S25 FE.
Imagen: Samsung