En el universo impredecible de las subastas de depósitos, no hay guion que valga: todo depende de lo que haya tras una puerta metálica y del olfato para detectarlo en apenas cinco minutos. Con esa premisa volverá a la pantalla ¿Quién Da Má$?, la exitosa serie de A&E que desde el lunes 18 de agosto presentará su temporada número 14, de lunes a viernes, con dos episodios estreno cada tarde.
Esta vez, los veteranos Brandi Passante, Darrell Sheets, Ivy Calvin, René Nezhoda y Kenny Crossley afinan estrategias y reavivan viejas rivalidades. El carismático Barry Weiss regresa con su estilo inconfundible, mientras los subastadores Dan y Laura Dotson mantienen el pulso del juego, llevando la tensión a cada golpe de martillo.
La mecánica es sencilla y brutal: si un depósito no se paga en tres meses, su contenido se subasta al mejor postor. Los compradores pueden mirar, pero no tocar. Y ahí, entre cajas cerradas y muebles polvorientos, se esconde la promesa de un hallazgo millonario… o de un montón de basura.
Durante un evento virtual con la prensa latinoamericana, el equipo dejó claro por qué la fórmula sigue funcionando después de más de 300 episodios. “Es una búsqueda del tesoro moderna”, resumió Dan Dotson. “Nunca sabes qué hay en la caja, y esa incertidumbre engancha”. Para Brandi Passante, el éxito radica también en los personajes: “Somos auténticos, y la competencia es real. No fingimos que nos caemos bien si no es así”.
Brandi, que debutó en la serie junto a su expareja Jarrod Schulz, recordó que el programa le cambió la vida para siempre: “Pasé de ser una persona común a que me pidieran fotos en el supermercado. Ha sido una bendición y, a veces, un reto”. En esta nueva temporada, confesó, le tocó lidiar con un hallazgo tan particular como cómico: “Encontré una gran cantidad de juguetes… para adultos. No me quedé con nada, pero fue un día muy divertido”.
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Kenny Crossley, que comenzó como socio de Barry Weiss y luego se lanzó en solitario, ve el programa como un motor de sonrisas: “Poner alegría en la cara de la gente es tan importante como encontrar tesoros. A veces no tienes suerte, pero cuando la tienes, las historias detrás de los objetos son increíbles”. Su hallazgo más especial —un dulcémele que planea convertir en canción— aún no ha salido al aire.
Los Dotson, pareja dentro y fuera de la pantalla, son el alma de cada episodio. Con más de 1.500 subastas al año, mantienen una energía que, según Laura, nace de “la emoción de la caza y de una puja ganadora, incluso de la agonía de perder”. Y aunque su matrimonio se forjó entre depósitos y martillos, admiten que a veces el trabajo y la vida se mezclan demasiado: “Pasamos mucho tiempo juntos, en la carretera o en aviones. Nos encanta, pero hay días en que necesitamos un respiro”, bromeó Dan.
Para los productores Jeff Bumgarner y Roman Mykytyn, la química del elenco es clave. “No puedes poner a seis personas en TV y esperar lo mejor. Aquí hay historia, tensiones y relaciones que se traducen en pantalla”, explicó Mykytyn. El mayor desafío, admiten, es encontrar subastas con potencial. “Cada vez más se hacen online y hay menos para filmar. A veces no son tan prometedoras como quisiéramos, pero el equipo siempre logra sacar algo interesante”, dijo Bumgarner.
La temporada también trae la fantasía de expandir el formato a América Latina. Dan y Brandi se inclinan por Ciudad de México, Roman sueña con Argentina por su amor a Soda Stereo, y Jeff elegiría Chile simplemente porque nunca ha estado allí. Kenny, fiel a su estilo, solo pide que haya “machaca con huevos”.
Con humor, competencia feroz y esa mezcla adictiva de riesgo y recompensa, ¿Quién Da Má$? sigue demostrando que abrir un depósito puede ser tan emocionante como abrir un cofre pirata. Y mientras haya cajas cerradas, habrá alguien dispuesto a pagar —y a apostar— por descubrir qué hay dentro.
Imagen: A&E