La película animada “Jesús, la luz del mundo” llega a cines de Colombia con voces colombianas y el arte de los hermanos Bancroft de Disney

En entrevista con ENTER.CO, Arturo Allen explica cómo se gestó esta cinta animada por los hermanos Bancroft —exanimadores de Disney en películas como Mulan y El Rey León— y que tendrá estreno en todas las salas del país.

El cine de fe encuentra en la animación un nuevo lenguaje para llegar a las audiencias. Ese es el corazón de “Jesús, la luz del mundo”, una ambiciosa producción que busca narrar la vida de Cristo desde un ángulo fresco y conmovedor. La película llega a salas de Colombia este 16 de octubre con el respaldo de voces colombianas en su doblaje y la participación de artistas que se sumaron a un proyecto con acento global.

La cinta fue producida por The Salvation Point Project, una fundación sin ánimo de lucro que destinó más de 20 millones de dólares a su realización. El objetivo no se limita a la taquilla, pues todo lo recaudado servirá para traducirla a más de 100 idiomas y distribuirla gratuitamente en todo el mundo. Se trata de una propuesta que combina arte, espiritualidad y compromiso social.

Arturo Allen, director de CanZion Films y encargado de la distribución en Latinoamérica, fue clave en el último año de producción. Además de liderar el plan internacional, trabajó en la creación de la versión en español y en la conformación del elenco de doblaje para la región. Con más de 15 años distribuyendo cine de valores en el continente, Allen es hoy la cara visible de un proyecto que se concibió durante cinco años de trabajo constante.

La historia contada desde la mirada de Juan

Uno de los rasgos más originales de la película es su decisión narrativa, pues en lugar de seguir la vida de Jesús desde una mirada solemne y distante, se escogió al discípulo más joven, Juan, como narrador y protagonista de las escenas. La intención fue ofrecer una experiencia cercana para que niños y adolescentes pudieran identificarse con el relato y sentirlo propio.

La investigación histórica respalda este enfoque; según estudios bíblicos, los discípulos eran mucho más jóvenes que Jesús y, en el caso de Juan, probablemente aún un adolescente. Esto permite mostrar a Cristo desde la mirada inocente y a la vez conflictiva de alguien que atraviesa dudas, miedos y sueños. La película busca así tender puentes entre la tradición y los públicos contemporáneos.

La técnica de animación también es un guiño a lo clásico. El equipo eligió un estilo 2D, similar al de El príncipe de Egipto, con la dirección de animadores de Disney como los hermanos Bancroft, responsables de títulos como Mulan y El Rey León. El director general es John Shafer, conocido por El Superlibro, una serie animada que marcó a varias generaciones en América Latina.

El resultado es una producción que respeta el contexto histórico y cultural de Jesús. Las facciones, la ropa y los escenarios reflejan con fidelidad el judaísmo del siglo I, lejos de las versiones que en décadas pasadas mostraban a un Cristo europeo de rasgos nórdicos. Ese realismo cultural es una de las apuestas más sólidas de la cinta.

Colombia en las voces del doblaje

La versión en español incluyó un proceso de selección de voces con participación de distintos países latinoamericanos. En el caso de Colombia, cuatro talentos se sumaron al elenco. Sebastián Caicedo interpreta a Pedro, un personaje con el que dice sentirse identificado por su propio recorrido espiritual. Pedro Pallarés da voz a Poncio Pilato, mientras que José Manuel Ospina encarna al paralítico. A ellos se suma Joe Niño, creador de contenido digital, que interpreta a Judas.

Allen destaca que la elección no se limitó a la calidad actoral, sino también al compromiso con el mensaje. “Queríamos voces que no solo hicieran un buen doblaje, sino que fueran embajadores de la película”, explicó en la entrevista. Por eso, además de actores, se incluyeron cantantes y creadores digitales que pudieran amplificar la historia en distintos espacios culturales.

El largometraje también presenta personajes secundarios con conflictos universales. Juan, desde su niñez, enfrenta la contradicción entre la fe de su madre, que cree en la llegada del Mesías, y el escepticismo de su padre, convencido de que Roma es la única realidad posible. Esa dualidad refleja las tensiones familiares que cualquier espectador puede reconocer, sean o no creyentes.

La idea es que “Jesús, la luz del mundo” no se limite a las audiencias religiosas. La película se plantea como un relato humano que puede conmover tanto a quienes buscan un acercamiento espiritual como a quienes se interesan en la figura de Jesús como personaje histórico. En palabras de Allen, es un filme “para toda la familia, con un mensaje emotivo, pero sin omitir los hechos de la vida de Jesús”.

El estreno en Colombia será un momento especial, no solo porque la cinta llegará a decenas de salas del país, sino porque cada entrada adquirida contribuirá a que la historia se traduzca y difunda gratuitamente en más idiomas. Para sus creadores, esta no es solo una producción cinematográfica, es una herramienta para compartir una visión más cercana y humana de Jesús con audiencias globales.

Con la participación de voces colombianas, un estilo de animación clásico y un relato contado desde la juventud de Juan, Jesús, la luz del mundo se presenta como una obra distinta en el panorama del cine de fe. Una película que une tradición y modernidad, y que coloca a Latinoamérica en el centro de una producción internacional de primer nivel.

Imagen: Jesusluzdelmundolapelicula

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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