El 20 de diciembre de 1984, la rutina en Greeley, un pequeño pueblo de Colorado, se rompió para siempre. Jonelle Matthews, una niña de 12 años, desapareció sin dejar rastro luego de un concierto escolar navideño. Su rostro pronto se volvió un símbolo: apareció en miles de cartones de leche como parte de una campaña nacional de búsqueda.
La desaparición fue tan desconcertante que involucró a la policía local, al FBI e incluso al presidente Ronald Reagan. Sin embargo, durante décadas, las pistas parecían conducir siempre a un callejón sin salida. El caso quedó congelado en el tiempo, como una herida abierta para su familia y su comunidad.
Treinta y cinco años después, en 2019, la historia dio un giro. Trabajadores que instalaban un oleoducto hallaron restos humanos a unos 30 kilómetros del hogar de Jonelle. Entre las pruebas: un cráneo con frenillos y la ropa que vestía aquella noche. El análisis forense reveló que había muerto de un disparo en la cabeza.
Ese hallazgo reactivó una investigación que había quedado marcada por frustraciones y preguntas sin respuesta. En el centro de las sospechas apareció un nombre que había estado flotando desde el inicio: Steven Dana Pankey, un ex vecino de los Matthews que, a lo largo de los años, se había mostrado obsesionado con el caso.
El testimonio que cambió la historia
El documental “Desaparecida: El caso de Jonelle Matthews”, que A&E estrena en dos partes, expone detalles inéditos de la investigación y, sobre todo, da voz a una mujer que llevaba décadas guardando un secreto: Angela Hicks, ex esposa de Pankey.
Hicks cuenta cómo, en los años 80, comenzó a notar comportamientos inquietantes en su entonces esposo. Documentos rotos con el nombre de Jonelle, frases escritas que insinuaban su muerte y referencias a huellas borradas en la nieve que solo el asesino o la policía podían conocer.
Durante años, Angela intentó que las autoridades escucharan sus sospechas. Acudió a la policía local y envió pruebas a los investigadores de Greeley, pero el silencio fue la respuesta. Vivió atrapada entre el miedo a ser ignorada y el temor a las represalias de Pankey.
Fue recién en 2018, gracias al detective Robert Cash, que su testimonio cobró el peso que merecía. Hicks entregó notas, declaraciones y recuerdos que, junto con nuevas evidencias, apuntalaron la acusación contra Pankey.
En 2020, el sospechoso fue arrestado y, dos años después, condenado a cadena perpetua por el secuestro y asesinato de Jonelle. Aunque nunca confesó, el tribunal consideró que las pruebas circunstanciales y el comportamiento del acusado lo señalaban sin margen de duda.
Un caso que cambió la lucha contra la desaparición infantil
Más allá de la resolución judicial, el caso de Jonelle tuvo un impacto social profundo. Su desaparición coincidió con el inicio de una de las campañas más recordadas en Estados Unidos: la impresión de rostros de menores desaparecidos en envases de leche. Esa estrategia, inédita hasta entonces, llevó a millones de hogares las caras de niños que, como Jonelle, parecían haber desaparecido sin dejar rastro.
El documental no solo repasa la cronología del crimen, sino que también contextualiza el clima social de la época. En un tiempo sin redes sociales ni alertas Amber, la difusión dependía de medios tradicionales y de la presión comunitaria. El caso de Jonelle mostró cómo la perseverancia de familiares y testigos puede derribar décadas de impunidad.
Hoy, la familia Matthews carga con la certeza dolorosa de lo ocurrido, pero también con el alivio de haber recuperado la verdad. El recuerdo de Jonelle sigue vivo, no solo en la memoria de quienes la conocieron, sino también como símbolo de una causa que transformó la manera de buscar a los niños desaparecidos.
“Desaparecida: El caso de Jonelle Matthews” se emitirá por A&E en dos entregas, los miércoles 13 y 20 de agosto a las 23 horas (ARG-COL-MEX), revelando cómo el tiempo, la tenacidad y el valor personal pueden devolver la voz a quienes ya no están para contar su historia.
Imagen: A&E