Cada segundo, más de 99 mil búsquedas se hacen en Google, y desde hace unos días, quienes lo hacen desde iOS se encuentran con una “G” distinta, más suave, más fluida, más moderna; es el primer rediseño en casi 10 años.
Sin anuncio oficial, sin comunicado de prensa y sin hacer mucho ruido, Google ha comenzado a desplegar una nueva versión de su icónico logotipo “G”. El cambio, aunque sutil a primera vista, representa una nueva etapa en la identidad visual del gigante tecnológico, un paso hacia una estética más integrada con su apuesta actual por la inteligencia artificial y el diseño dinámico.
La “G” multicolor —presente desde 2015 en los íconos de búsqueda, apps móviles y favicons— ha abandonado sus bloques sólidos de color. En su lugar, ahora se muestra un degradado en el que el rojo, el azul, el amarillo y el verde se funden en un solo trazo más orgánico. El nuevo diseño ya se puede ver en la aplicación de Búsqueda para iOS, y aunque aún no está disponible en Android ni en la web, todo apunta a que se trata del inicio de una transición más amplia.
Ahora bien, para entender el peso del cambio, conviene mirar hacia atrás. La historia del logo de Google refleja su crecimiento y transformación desde una startup universitaria hasta convertirse en una de las compañías más influyentes del mundo.
Desde su creación en 1998, el logotipo de Google ha pasado por al menos seis rediseños importantes:
- 1998: El primer logo fue diseñado por Sergey Brin usando GIMP. Era una tipografía básica con un signo de exclamación al estilo Yahoo!
- 1999: Se adoptó una fuente serif (Catull) y los colores rojo, azul, amarillo y verde se establecieron como parte de la marca.
- 2010: El sombreado fue eliminado, y se hizo una limpieza visual, aunque la tipografía seguía siendo la misma.
- 2013: Se introdujo una versión más plana, abandonando los efectos 3D por una estética más simple.
- 2015: Google cambió radicalmente su imagen. El logotipo adoptó la fuente personalizada Product Sans, más moderna y amigable. En esa misma actualización nació la “G” mayúscula de cuatro colores, reemplazando la antigua “g” blanca sobre fondo azul.
Con el rediseño actual, Google retoca por primera vez en casi una década uno de sus símbolos más reconocibles. La decisión no es menor, pues el logo encapsula no solo la identidad visual, sino también los valores y el enfoque tecnológico de la empresa. En este caso, la suavidad del degradado no solo es una cuestión estética, sino una clara alineación con la marca visual de Gemini, su plataforma de IA generativa.
¿Por qué ahora?
La tendencia hacia los degradados no es nueva, pero Google parece estar utilizándola con un propósito estratégico. Gemini, el nuevo corazón inteligente del ecosistema Google, ha adoptado una estética basada en colores fluidos, lo que sugiere una intención de unificar visualmente todas las interfaces bajo un mismo lenguaje de diseño.
Además, la nueva “G” parece pensada para funcionar mejor en contextos donde la interacción es rápida y móvil, como asistentes por voz, botones flotantes, o accesos directos en dispositivos pequeños. El degradado ayuda a que el icono se perciba como más moderno y dinámico, aunque sin romper con el reconocimiento que ha cultivado durante años.
Imagen: Archivo ENTER.CO