La anticuada Fifa

La tecnología ha permeado todas las actividades en las que se involucra el ser humano y muchas en las que no. Una de las que más atención han tenido es la de los deportes, en la cual, por la rapidez de los movimientos de los jugadores o del balón, los árbitros cometen numerosos errores, que muchas veces causan que el resultado no sea el que debería haber sido.

Varios deportes, como el tenis y el fútbol americano, han considerado las facilidades que les da la tecnología para evitar al máximo estos errores, entendibles si se miran desde el lado del árbitro, que es un ser humano, pero totalmente inaceptables desde el punto de vista deportivo.

El fútbol es uno de los más negados a aceptar que la tecnología se use para que los resultados sean más transparentes. La Fifa, entidad rectora de este deporte en el mundo, es tan cerrada que no permite que la justicia de los países intervenga en asuntos de equipos afiliados a este organismo, so pena de desafiliación del que lo haga. Como quien dice, la Federación Internacional de Fútbol Asociado está por encima de las leyes que rigen a las naciones.

La Fifa debería estudiar con mucho detenimiento su uso en los partidos de fútbol. Hay errores de árbitros, como el de la clasificación al mundial de la selección de Francia, gracias a un gol con una mano de Thierry Henry, que hacen más difícil entender que esa entidad niegue la oportunidad de que el árbitro se hubiera acercado a un televisor ubicado al pie de la cancha para revisar la grabación de lo sucedido. Jugadas que se cobran como penaltis cuando las faltas ocurrieron fuera del área o nunca las hubo; expulsiones de jugadores que en realidad fueron agredidos por otro que se tiró al piso y simuló ser el afectado, con una actuación digna de un Óscar; goles otorgados por el árbitro aunque el balón nunca traspasara la raya, son hechos fáciles de corregir si se tuviera un elemento de tecnología que lo permitiera hacer.

Obviamente, hay que usarla con reglas muy claras. Por ejemplo, la del fútbol americano, que permite que en un partido cada equipo tenga el derecho de solicitarle al árbitro la revisión de la grabación de solo dos jugadas. Algo parecido se puede implementar en el fútbol. El argumento de la Fifa para impedir que esto se implemente es el de un supuesto y poco entendible deterioro de la universalidad de este deporte (tinyurl.com/y9s5of5).

La Fifa tiene que comprender que los tiempos han cambiado y desenterrar cuanto antes su cabeza para que pueda ver este mundo nuevo y lleno de tecnología.

Guillermo Santos Calderón
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